VientoVeloz se formó en 2023 y, desde entonces, la banda no paró de sacar canciones. Desde el debut con «Intentaré» hasta la reciente «En las horas de soledad», escuchamos distintos matices de una propuesta que se afianza en un estilo que ellos se encargaron de denominar como «pop para deprimirse».
«Hubo una necesidad mayormente catártica», asume Max Espino, su cantante, respecto a la aparición de una canción tras otra. «La banda ni siquiera estaba formada durante la grabación y el lanzamiento de las dos primeras canciones, comenzó siendo algo de laboratorio y, más tarde, con la formación completa, ya nos permitimos salir un poco de esa modalidad y pisar los primeros escenarios».
La gran novedad en estos días, además, es el lanzamiento de un cassette, con toda esa carga nostálgica que conlleva y que caracteriza a la impronta de VientoVeloz, ya sea por su música, por sus letras o por su estética. «El cassette es un sueño hecho realidad, una idea antigua que rondaba nuestras mentes», confiesa Max. «Esta alquimia consiste en traer algo del plano de lo invisible al plano de lo tangible. El formato retro es una tentación constante para nosotros, nos recuerda un mundo que ya no existe para muchos, pero que vive en los corazones y en la realidad de quienes lo conocimos y de otros tantos que hubiesen querido conocerlo».
Con un Lado A que compila todos los lanzamientos y un Lado B con temas inéditos que prometen que nunca saldrán digitalmente, el deseo de la banda es que todos «vayan a desempolvar el walkman, el mini componente y se lleven algo de otra era». Max nos cuenta que, al enterarse de la salida del cassette llamado «Los Primeros Años (2023-2025)», muchos amigos se pusieron a buscar entre sus cosas y encontraron sus viejos artefactos compañeros de aventuras. «¿Cuántos recuerdos desbloquearon? Ahí está el asunto… ¿puede que esto del cassette sea algo ‘de nicho’? Y sí… eso somos nosotros. Música para unos pocos, que nos entienden porque vivieron algo similar o se identifican con las letras o el sonido, para aquellos que nos conocen y saben que siempre lo damos todo de nuestra parte, que hay pasión y amor por lo que hacemos, y para aquellos que en muchos casos comparten una historia con nosotros, incluso, de épocas de bandas anteriores, como Pasando Hambre, Deltoya o Los Videos».
Estas tres bandas que nombra el cantante son clave en su historia musical y en la de otros amantes del circuito underground de la Ciudad de Buenos Aires y alrededores. Pasando Hambre deslumbró en aquellos tiempos punks de cambio de milenio, Deltoya le dio más rock a decenas de noches en lugares como aquel Cátulo Castillo de la avenida Scalabrini Ortiz, y Los Videos fue una especie de evolución del viejo PH. Todo esto y mucho más es Max, quien, ante la pregunta de qué tiene VientoVeloz que no tenía ninguno de aquellos viejos proyectos, responde, antes que nada, «los teclados y sintetizadores». «Nunca había compuesto para una banda con teclados, fue un gran reto aprender a darle espacios durante la composición y en definitiva logró ocupar un lugar importante en las intros, especialmente. Nos permite jugar con nuevas melodías. VientoVeloz tiene otro tipo de búsqueda musical, desde el sonido hasta la composición. Le dedicamos mucho más tiempo a la creación de cada canción, desde que nace hasta la última instancia posible».
¿Sentís a la nostalgia como algo necesario?
«La nostalgia es lo que nos hace creer que puede existir un mundo mejor, porque hemos experimentado con nuestros propios sentidos que un mundo mejor es posible. No hablo de la idea de todo tiempo pasado fue mejor, porque en nuestro pasado, así como en el de muchos seres, hubo momentos difíciles de atravesar y el haber atravesado esas experiencias nos ha convertido en lo que somos, ojalá más sabios que antes. Sobre nuestras canciones, son nostalgia pura, porque están inspiradas en recuerdos, en romances, en lugares o en momentos que jamás volverán. Tarde o temprano, el efecto de la nostalgia llega al ser humano. La nostalgia tiende a ser benévola, porque nos trae algo que existió y recordamos con cariño».
Luego de presentarse en Tabaco el 20 de septiembre y de participar de la despedida del Morrison C.C. una semana después, VientoVeloz tocará el 18 de octubre en Melonio y cerrará el año el 15 de noviembre en Moscú. «Siempre variamos el repertorio y está bueno el encuentro y esa conexión con el público que ya nos pide temas que aún no llegamos a grabar, pero que saben que van a estar sonando. Todo un logro para una banda que no tenía pensado salir de la sala de ensayo o del estudio de grabación».
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