«La victoria del pueblo de Vietnam es un triunfo representativo de las fuerzas revolucionarias del mundo que contribuye fuertemente a impulsar la lucha de los pueblos reprimidos para alcanzar la dignidad nacional, la paz, la democracia y el progreso social. Incentiva y alienta a las naciones que están llevando a cabo su causa de liberación nacional y anti imperialista, dando inicio a la quiebra del neocolonialismo en todo el mundo.
Al conmemorarse la lucha vietnamita, vale la pena mencionar que entre muchas de las causas que conducen a la victoria se destaca que el propio pueblo y sus fuerzas armadas han promovido el patriotismo, el heroísmo revolucionario y la tradición de combatir con tenaz persistencia, valentía y aspiración interminable por la independencia y la libertad, por el socialismo y los derechos humanos.
Además, la fuerte unión, la voluntad y la acción de todo el pueblo son elementos imprescindibles para juntar la fuerza de millones de personas a fin de derrotar la invasión estadounidense.»
Con esas palabras, Nguyen Dinh Thao, embajador de la República Socialista de Vietnam en Argentina, resume el triunfo de un pequeño país que luchó incansablemente contra la gran potencia mundial para preservar su identidad, su cultura, sus derechos y sus tierras.
Vietnam representó, además, una división para la sociedad de Estados Unidos. Por ese entonces celebridades de la talla de Bob Dylan y Muhammad Ali se manifestaron abiertamente contra esta guerra. Otro caso significativo fue el de Jane Fonda, quien incluso llegó a visitar a las tropas vietnamitas durante el verano de 1972, lo que le valió el repudio y críticas feroces de los sectores más «patriotas» y conservadores.
Como ocurrió (y sigue pasando) en diferentes partes del globo, el colonialismo y la dominación tienen en lo acontecido hace 4 décadas en esa lejana región de Asia, un motivo de inspiración y motivación para creer que se puede pelear por lo propio sin bajar la cabeza.
Por eso, cada 30 de abril se recuerda que ese día del año 1975 los guerrilleros del Frente de Liberación Nacional recuperaron Saigón del poderío militar norteamericano. Con diversos actos, principalmente en Hanoi, en Ho Chi Minh los principales organismos públicos organizan un desfile militar y civil frente al Palacio de la Reunificación.
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