Un vino para la juventud, eso es Skinwine. Pero a no confundirse, no es una bebida para los jóvenes sino para aquellos que buscan sentirse jóvenes. De la mano de dos mujeres argentinas apareció el primer vino antiage.
Fruto del trabajo de la psicóloga Lorena González Ortiz y la farmacéutica Laura Hernández, lo que hace especial a este vino es su alto contenido de antioxidantes, los cuales son más del doble que un vino malbec común. «La elección de este tipo de cepa por sobre el cabernet sauvignon, un syrah o un bonarda fue precisamente por la concentración de antioxidantes que posee», explica González Ortiz.
«Una idea loca»
«Empezamos hace bastante tiempo a investigar. Arrancamos con ensayos a ver si conseguíamos duplicar o no los antioxidantes y lo logramos. Somos cosmiatras y, al estar en el mundo de la belleza, estética, tratamientos faciales y al ser el vino un importante antioxidante, empezamos a investigar y a ver cómo podíamos hacer para aumentar la concentración de polifenoles. Empezó como una idea loca y acá estamos con un vino con mucha concentración de antioxidantes», explica González Ortiz sobre los orígenes de este proyecto que ya es una realidad.
Otra pata que hacía falta era la de la uva. Para eso se contactaron con un enólogo «que se sumó al proyecto, a todo este proceso de la uva desde la vendimia hasta la vinificación. Le gustó la idea, hizo la producción del año pasado y está haciendo la de este año. Hace el contacto con las bodegas y compra la uva buscando el sabor y las características que queremos del vino», señala Gónzalez Ortiz.
Por qué malbec
Las creadoras lo explican: «Queríamos encontrar nuestro malbec, nuestra versión femenina del malbec que, además, es tan representativo de nuestro país. La marca apunta a las mujeres activas, independientes, exigentes y que eligen cuidarse la piel mientras disfrutan de un momento de relax íntimo. Sin embargo, los vinos nos lo terminan comprando los hombres».
El envejecimiento es un proceso natural, pero el hombre desde siempre lo ha intentado y la piel es uno de los lugares donde el paso del tiempo se refleja. «La falta de frescura, piel opaca y envejecida, se debe principalmente a la escasa producción por parte de nuestro organismo de antioxidantes que neutralicen la acción de los radicales libres como radiación solar, contaminantes atmosféricos, estrés, mala alimentación y deshidratación celular», señalan González Ortiz y Hernández.
Precisamente, la alta concentración de antioxidantes en esta bebida es lo que la convierte en un producto antiage. «La función de los antioxidantes en la piel es protegerla de los efectos de los radicales libres que atacan la matriz extra celular de la dermis, afectando la producción de colágeno, elastina y proteínas propias de la piel, dejándola sin tonicidad ni soporte y dando lugar a la aparición de líneas de expresión, pérdida de luminosidad», indican las creadoras.
¿Cómo conseguirlo?
Este vino se presenta solamente en un envase de 500 centímetros cúbicos, porque «es una medida ideal, personal, pensada para aquellas mujeres y hombres que buscan distenderse después de la jornada laboral», explica González Ortiz. «Pensado para pasar un momento tranquilo en la comodidad de su hogar, disfrutando de una buena copa de vino que, además, posee estas propiedades de detener los procesos oxidativos internos del cuerpo», agrega Hernández.
A futuro estas dos emprendedoras tienen otras ideas en carpeta. «La parte de vinoterapia está muy desarrollada en la estética, con tratamientos faciales con vino. Queremos ver la posibilidad de sacar algún producto nuestro que se complemente con cuidarse la piel además de beber el vino», indica González Ortiz. Habrá que estar atentos para un nuevo producto que combine la bebida con la belleza.
Skinwine se puede comprar a través de su página web, Facebook o Instagram. «A la gente le llama la atención que el vino no esté en las vinerías. Nosotras tenemos la convicción de que es un producto de belleza, casi como una crema, que está más cerca de la cosmetología que de la enología», explican sus creadoras.