Violador suelto

Una joven venezolana de 18 años fue violada en una entrevista laboral. El hecho se registró el sábado pasado, cuando la mujer fue a una entrevista laboral en la que quedó a modo de prueba en un comercio del barrio de Once. Según el relato de la víctima, el acusado, Irineo Humberto Garzón Martínez, le ofreció insistentemente un vaso de bebida, ella finalmente aceptó y comentó que al beberlo se sintió mareada, por lo cual se comunicó enseguida con su hermana para avisarle. Alertada, la familia se comunicó con la policía, lamentablemente no llegaron a tiempo, ya que, tras irrumpir por la fuerza en el local, encontraron a la joven semidesnuda y bajo el efecto de psicotrópicos, junto al empleador que pretendía vestirla. El caso quedó a cargo de la jueza Karina Zucconi, ya conocida en los medios por sus decisiones erráticas en los casos de Lucía Yaconis y Marianela Rago.

En las últimas horas, nuevamente la jueza generó indignación al decidir la excarcelación del comerciante a la espera de juicio, alegando la falta de antecedentes.

En puntocero dialogamos con Patricia Ramos, allegada a la familia que se expresó sobre el estado físico y emocional de la joven: «Realmente está destruida con esta situación, tiene heridas físicas, heridas en el alma que le van a quedar y tiene problemas para movilizarse. Sobre todo, heridas psicológicas: tiene mucho temor, no quiere acercarse a la ventana, tiene mucho miedo». Asimismo, respecto a la decisión de Zucconi, señaló: «No vamos a parar hasta que este violador esté preso».

Cabe destacar que la joven, que se encuentra en el país junto a su familia desde 2019, actualmente no cuenta con custodia policial, lo cual la expone aún más, ya que Garzón tiene sus datos personales, otorgados por su currículum. «Uno en cualquier otro país que no sea el propio se siente un poco más desprotegido, al no conocer las leyes o cómo pararse ante un hecho de injusticia. Pero esta situación de soledad e injusticia nos golpea a todos», dice Ramos.

Por su parte, la ministra para la Mujer y la Igualdad de Género de Venezuela, Carolys Pérez, se declaró a disposición para lo que sea necesario en apoyo a su compatriota.

En el círculo más cercano a la joven venezolana expresaron: «Estamos sorprendidos por tanto apoyo espontáneo, a través de las redes y luego los medios de comunicación. Se fueron presentando diferentes agrupaciones, la Defensoría del Pueblo, el Gobierno de la Ciudad, las Madres del Dolor, algunas actrices que expresaron su solidaridad. Fue increíble el apoyo».

Por último, agregó: «Quiero pedirles que sigan apoyando a esta familia, cuya hija ha sido violada, a un padre que está luchando por su vida -sufrió un ACV en enero de este año- que hoy más que nunca quiere ponerse de pie para abrazar a su familia y poder salir a las calles a reclamar justicia. Les pedimos que nos sigan apoyando, que se haga justicia, ningún violador más suelto».

El acontecido es un hecho que nuevamente pone en evidencia la vulneración a la que somos sometidas las mujeres en lo cotidiano que nos condena a estar siempre atentas al peligro, la impunidad con la que se manejan seres como Garzón y una justicia patriarcal que nos continúa victimizando.