Este miércoles 19 de abril comenzó oficialmente, la edición número 24 del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI). Hasta el lunes 1° de mayo circularán unos 250 títulos en 15 sedes del centro porteño. Estos son algunos comentarios sobre el día 1, que comenzó con alerta amarilla por vientos fuertes en la Ciudad.
El circuito central del festival se desarrollará en la zona de la Avenida Corrientes y las salas que tendrán programación y actividades son El Cultural San Martín, Cine Multiplex Monumental Lavalle, Cine Lorca, Cine Gaumont (INCAA), Alianza Francesa, Sala Leopoldo Lugones, Cine Cosmos y Arthaus. El circuito de salas periféricas lo completan el Museo del Cine y Centro Cultural 25 de Mayo, el Anfiteatro y el Autocine Costanera Sur con proyecciones al aire libre. De estas sedes pude recorrer tres con curiosidad sobre sus capacidades: el Cine Lorca tiene dos salas con capacidad para 408 personas y otra 143, la Sala Leopoldo Lugones entre 217 y 227 localidades y El Cultural San Martín dos salas donde entran 96 espectadores.
Desde la mañana se podía ir este miércoles al punto de encuentro en El Cultural San Martín a retirar la acreditación para prensa. Este año la acreditación, en mi caso, me permite acceder de manera gratuita a un máximo de una entrada por día. Por allá en años A.C (antes del coronavirus) se destinaba a la prensa una grilla de funciones matutinas con proyecciones de las competencias y tres funciones más para el resto del día. Ahora, desde el mail institucional, nos avisan que nuestra credencial nos habilita a esperar en la puerta de la sala a ver si sobra lugar, textualmente, «como persona acreditada usted podrá acercarse al ingreso de todas las funciones y, en el caso de que haya butacas disponibles al momento del inicio de la función, podrá ingresar a la sala libremente y sin cargo».
Esto es un poco triste para quienes entendemos la cobertura de un festival como algo más exhaustivo, pero lo que importa más que cualquier performance de la gestión son concretamente las películas.
La apertura
El día de la apertura tenemos únicamente la función inaugural compuesta por un cortometraje y un largo, ambos títulos argentinos: «Continuum: La playa» de Mariana Bomba y «Último recurso» de Matías Szulanski.
El corto es verdaderamente corto, la estructura se asemeja más a la de un tráiler o una pieza audiovisual que anticipa algo que podría ser desarrollado más adelante. Retazos de palabras y frases sobre un amor entre dos mujeres, un verano en la playa en los 90′ y el comienzo de un impulso hacia algo más grande, algo relacionado a lo que hoy es una generación de mujeres cineastas fuertísimas en nuestro panorama audiovisual. Algunas fotos componen el soporte visual para las voces en off.
«Último recurso» habla sobre la llegada de un paquete misterioso a la redacción de una revista deportiva venida a menos, en el contenido hay información que afirma que la primera Copa Mundial de Fútbol se jugó en 1926, lo ganó Argentina y, por algún motivo, fue borrado de la historia oficial. Sus protagonistas interpretadas por María Villar y Tamara Leschner emprenden una investigación para descubrir qué tan real podría ser esto.
La dupla de actrices compone una relación que encuentra el corazón de su comedia en lo agrias que pueden ser. La estructura de la historia teje un misterio liviano de universo under, luego hacia el tercer acto tira demasiado del verosímil que supo construir en su primera mitad y se le escapa un poco de las manos.
Si entendemos la función de apertura como un evento, «Último recurso» deja algo de gusto a poco, la nueva película de un director que hizo diez películas en siete años es ya costumbre, para nada se acerca a la idea de un evento.
