La pena de que un festival coexista con la vida cotidiana es todo lo que no se puede postergar para ver películas. Este viernes, la oferta online del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI) fue lo que me permitió ser parte de la jornada, aunque sea en una pantalla chica y en recovecos de tiempo entre trabajo y trabajo.
La página que aloja la versión virtual funciona bien, alcanza con el registro para poder ver de forma gratuita todo lo que allí se ofrece. Fuera del prejuicio que despertaba mis sospechas sobre la calidad que podían tener las películas que permitían ser parte de la programación online, la sorpresa fue más que grata. Comparto algunos comentarios de las 3 películas que vi en el día 3.
«Nevada», una coproducción entre Argentina y Rusia, hablada en ruso y dirigida por Anna Tyurina y Matías Musa, de Moscú y Córdoba, respectivamente. Forma parte de la Competencia Oficial Vanguardia y Género. Shura (Tatyana Dmitrievskaya) pierde su casa en un incendio a manos de su marido y se ve empujada a vivir en la casa de su suegra junto a su hijo, preocupado por si su destino será el mismo que el de su padre algún día. El cóctel se completa cuando el esposo de Shura escapa del hospital y la paranoia se añade a su vida diaria llena de maltratos.
Lo difícil es encontrar el sentido de toda la crueldad a la que la película somete a su protagonista. Shura recibe violencia de todas las formas y se restringe cualquier atisbo optimista. Más allá de la prolijidad técnica y narrativa de «Nevada», el devenir de su historia la hace fuertemente amarga.
«El santo», dentro de la Competencia Oficial Internacional y dirigida por Agustín Carbonere. Cuenta sobre el ascenso y caída de Rubén, un curandero barrial que toma notoriedad hasta que esta comienza a consumirlo. Lo curioso del mundo que cuenta, la fantástica fotografía y las interpretaciones de Roberto Suárez, Elisa Carricajo y Claudio Da Passano constituyen un relato que se nota distinto, con un efecto hipnótico.
Dentro de la enorme oferta de títulos que hay en un festival, suelen aparecer oasis de coincidencias en los que muchas personas se detienen a destacar un título específico. «El Santo» se perfila hacia esa dirección.
«Llamen a Joe» de Hernán Siseles, dentro de la sección Artes y Oficios. «Convictos, estafados, adictos, músicos en problemas: todos buscan a Joe Stefanolo», dice la sinopsis. Un hombre de barba tupida y pelo largo que quería ser músico, pero que es el abogado que cuida a los hombres del rock nacional desde hace muchos años.
El documental mantiene un formato de comedia apoyada en sus increíbles personajes y en un montaje fantástico. Cuenta con el testimonio de Andrés Calamaro, Pipo Cipolatti, Andy Chango, Bobby Flores y Joaquín Levinton, entre muchos otros. Anécdotas descabelladas y palabras de cariño completan la construcción de este personaje tan singular que pivotea entre el rock y la ternura.
