La Unión Europea está en las etapas finales de un proceso para terminar con el bloqueo institucional que la asociación mantiene con Cuba, con el fin de negociar un acuerdo bilateral con el gobierno castrista. Los países europeos han decidido acercarse a la isla para dejar atrás esta medida instaurada desde 1996.
Como primer paso, los ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros tienen previsto autorizar a la Comisión Europea a iniciar un diálogo formal con Cuba. La idea es que en 2015 la relación entre el bloque y la isla ya se de en un marco distinto.
El caso de Cuba y la Unión Europea tiene características únicas. Por ejemplo, la Posición Común del bloque que rige las relaciones es en el único caso que ha podido utilizarse. Este instrumento fue concebido por el español José María Aznar y permite el cierre del diálogo ente ambas partes si no se producen avances en la defensa de los derechos humanos y las libertades de la isla.
Pero los diplomáticos europeos han admitido que no ha sido productiva esta postura y, además, mencionan los cambios aperturistas que ha llevado adelante La Habana desde la llegada al poder de Raúl Castro. Esta actitud cubana ha llevado a los funcionarios del bloque a negociar un nuevo acuerdo político y de cooperación para dejar atrás las viejas y antiguas antipatías.
Sin embargo, esta nueva mirada política no implica que los derechos humanos y las libertades individuales sean dejadas de lado. Por el contrario, seguirán siendo tópicos muy importantes, ya que para Europa tiene un alto nivel de politización y afectan el resto del proceso de acercamiento. Desde 2010, cuando el gobierno español estaba a cargo del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que no se han podido normalizar las relaciones con Cuba. El pedido de este político español podría cristalizarse bajo un mandato de un rival del Partido Popular.
Algunos de los países con más resistencia a reencauzar las relaciones han sido integrantes del exbloque soviético durante la Guerra Fría, como Polonia y la República Checa. Se cree que esta postura ya está un poco más ligera. Al respecto, el vocero de la representación checa ante la UE expresó que “la República Checa no tiene ninguna preocupación; todas las condiciones relativas a los derechos humanos estarán incluidas en el mandato negociador que se dará a la Comisión y por eso lo apoyamos».
Para poder acceder a que se inicien las tratativas, los países que se oponían pidieron un análisis y evaluación continua de la situación de derechos humanos y libertades individuales que se llevará a cabo durante todo el proceso de diálogo con Castro.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Holanda, Frans Timmermans, dijo durante una reciente visita a Cuba que el diálogo, y no el aislamiento, es la mejor forma de avanzar.
En la Comisión Europea hay malestar con la denominada posición común. Porque este instrumento diplomático impide a las instituciones comunitarias cualquier tipo de diálogo bilateral. Igualmente, en otras ocasiones los Estados miembro lo transgreden y firman acuerdos o visitan la isla sin reunirse, por ejemplo, con la oposición y la Iglesia Católica.
Si bien Bruselas es la primera interesada en tener mejores relaciones con Cuba, es imprescindible el visto bueno de los países integrantes del bloque. Pero hasta que el pacto sea firmado, la posición común regirá las relaciones entre la UE y Cuba. Si todo avanza en los plazos previstos, en febrero el Consejo de Asuntos Exteriores de la UE dará su apoyo a las tratativas.
Todo está dado para que haya una nueva relación de Cuba con el bloque europeo, habrá que ver si la diplomacia y la política nos dan o no una sorpresa.
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