La Ciudad de Buenos Aires se llenó de rock. Hubiese sido muy grato dedicar tales palabras exclusivamente al recital que brindó la banda neoyorquina creada por Paul Stanley y Gene Simmons allá por enero de 1973. Casualmente, el mes de enero en nuestro país es tal vez uno de los más calurosos del año por obvias razones. Pero esta vez las coincidencias jugaron para otro lado… lamentablemente.
Buenos Aires se convirtió en un verdadero infierno, pero lejos estuvo del escenario que a Gene Simmons le hubiera gustado para mostrar a los miles de presentes su célebre lengua, la que tal vez sea la segunda más conocida del rock luego del isotipo creado por Andy Warhol para The Rolling Stones. Calor agobiante, basura en las calles, nada de electricidad y un clima propicio para romper guitarras.
El jefe de gobierno de la ciudad, Mauricio Macri, se hizo presente en el estadio de River Plate. Tuvo la oportunidad de tomarse fotografías con los músicos y publicarlas en su cuenta de Twitter. Dicha acción le ocasionó una ola de críticas, coincidentemente tan sentida como la ola de calor que agobió a todos los porteños. En referencia a esto, según la vocera de Edesur, Alejandra Martínez, el pico del consumo eléctrico se dio a las 15 horas y durante la tarde la máxima en la temperatura rozó los 36 grados.
La visita de la banda que se hizo más conocida por sus apariencias y estilos que por sus éxitos musicales visitó Argentina. Buenos Aires se llenó de rock. Pero no exclusivamente por sus canciones, sino porque la ciudad este miércoles 7 de noviembre, directamente sonó.