Cambios armados

En un acto en Campo de Mayo, el presidente Mauricio Macri anunció «una nueva directiva de política de defensa nacional» que incluye la colaboración de efectivos militares en tareas de «seguridad interior».
El Jefe de Estado indicó que los militares actuarán como «apoyo logístico en la zona de fronteras», así como ante «eventos de carácter estratégico». Las Fuerzas Armadas tendrán también como misión la «custodia y protección de los objetivos estratégicos», señaló el primer mandatario. Macri remarcó que la puesta en marcha de un plan de reconversión y modernización del sistema de Defensa «va a iniciarse con una nueva directiva de política de defensa nacional» en que se destaca «la misión principal» de las Fuerzas Armadas de proteger la soberanía y la integridad territorial del país.

«Defensa desactualizada»

El presidente también sostuvo que «es necesario avanzar en un debate genuino y sincero sobre la reforma del sistema de defensa de nuestro país, un debate que permita reflexionar sobre el presente y el futuro de las Fuerzas Armadas». «Además, es clave que puedan apoyar nuestra política exterior, contribuyendo a nuestra integración al mundo con una mayor presencia en acciones de paz de Naciones Unidas y sosteniendo nuestra presencia en la Antártida», argumentó.
Por otra parte, Macri se refirió al equipamiento militar y expresó que «tenemos un sistema de defensa desactualizado producto de años de desinversión», y que la actual política de defensa coloca a los militares a trabajar ante «amenazas antiguas».
Macri también adelantó que se trabajará en una nueva ley del personal militar, «que les permita hacer su tarea de la mejor manera posible y en un sistema de reservas que permita aumentar la capacidad de defensa de nuestro país en caso de que sea necesario». Eso incluye «salario adecuado y con un servicio de salud de calidad para ellos y sus familias», manifestó el Presidente.

«Hipótesis de conflictos que ya no existen»

Finalmente, el Jefe de Estado aseguró que «esta transformación no va a ser fácil, los cambios profundos nunca lo son. Pero celebro que estemos unidos para alcanzar los consensos de una política de largo plazo. Hoy estamos dando el primer paso para construir las Fuerzas Armadas modernas, profesionales y equipadas que la Argentina necesita».
Además de Macri, en el acto estuvo el ministro de Defensa, Oscar Aguad, quien precisó que la reconversión de las Fuerzas Armadas «tiene que ver con el nuevo re despliegue de las fuerzas en el territorio, reconvertir las nuevas hipótesis de conflicto que ya no existen y empezar a trabajar sobre las nuevas amenazas que no están vinculadas con otros países, sino con el concepto más moderno de ataques que es la instalación de bandas de narcotráfico en el territorio o con el terrorismo internacional». Aguad indicó que los cambios en las funciones militares apuntan a defender al país ante eventuales ataques al ciberespacio, con mucho énfasis en el cuidado y defensa del Atlántico Sur, incluida la Antártida.
«Las Fuerzas Armadas deben adaptarse a los nuevos tiempos. Como muchas amenazas son muy desconocidas, los desafíos son complejos y hay que tener en cuenta nuevas tecnologías para enfrentarlos», remarcó el Ministro. Aguad aclaró que los militares no realizarán tareas de seguridad interior sino que funcionarán como «fuerza disuasiva» en los pequeños poblados de frontera para que «no haya peligro que puedan instalarse grupos vinculados al narcotráfico y también grupos terroristas».

Criticas y aclaraciones

Desde el kirchnerismo, diferentes legisladores cuestionaron los anuncios del oficialismo. El presidente del bloque de Diputados del FPV-PJ, Agustín Rossi, señaló que involucrar a las FFAA en seguridad interior exige la modificación de tres leyes piramidales de la democracia argentina: Defensa, Seguridad Interior e Inteligencia. Sin ello es ilegal. Por lo tanto, el debate debe pasar por el Congreso de la Nación. El exministro de Defensa señaló que «desde 1983 es una política de Estado en nuestro país separar la Defensa Nacional de la Seguridad Interior. Involucrar a las FFAA en asuntos de narcotráfico es ilegal. En países como México, Colombia o Brasil fracasó y se revé esa decisión».
Por su parte, dos exjefes de bloque kirchnerista, Juliana Di Tullio y Héctor Recalde, manifestaron su oposición. Di Tullio dijo que es «un día negro para la democracia y la paz en nuestro país» y se esperanzó con que «todos los partidos políticos con origen popular y democrático frenen esta locura en el Congreso». Recalde, en tanto, manifestó que «la ley de Defensa Nacional impide la participación de las FFAA en la seguridad interior. Esta ley fue reglamentada por Néstor (Kirchner) mediante el decreto 727/2006 que hoy Macri deroga mediante otro decreto absolutamente inconstitucional».

«No toca cuestiones centrales»

Desde el radicalismo, el titular de Comisión de Defensa de la Cámara Baja, Carlos Fernández, aclaró que los cambios anunciados por Macri para las Fuerzas Armadas «no tocan las cuestiones centrales», ya que «no se modifican ni la Ley de Defensa, ni la Ley de Seguridad».
Al respecto, precisó que lo que hay es «un cambio en el decreto reglamentario del año 2006» dispuesto por el entonces presidente Kirchner que «tiene que ver con lo que se denominan agresiones externas, que es un tema a esta altura del partido casi menor, porque es una cuestión de Estado». Fernández señaló que el decreto reglamentario de la Ley de Defensa establecía «un límite tan tajante» por lo cual la única manera de intervención de las Fuerzas Armadas ante una agresión externa era si se producía a través de un ejército de otro país.

«Revólveres de cebita»

«La realidad es que hoy el contexto ha cambiado enormemente y hay agresiones externas que no necesariamente son de un ejército regular», indicó el legislador, y ejemplificó que una agresión podría ser el atentado a la AMIA, o «lo que acaba de suceder ahí en la Triple Frontera con un cartel de droga de Río de Janeiro, que tomaba prácticamente la ciudad completa». «Con el decreto que teníamos vigente nosotros teníamos que mandar a la policía misionera con revólveres de cebita», expresó Fernández, y argumentó que más que debatir sobre el volumen del ataque y sus autores, se transformaba en una discusión de naturaleza jurídica.
«Por el otro lado, lo que hay es apoyo logístico de las Fuerzas Armadas a las fuerzas de seguridad. De hecho, es el mismo argumento utilizado para hacer los operativos Fortín I, Fortín II y el Escudo Norte durante el kirchnerismo, por lo tanto ahí no hay ningún cambio», indicó Fernández, y mencionó que lo que se está haciendo en este caso es «reeditar lo que ya se había hecho. Seguramente veamos un análisis distinto a si el análisis lo hago yo o lo hace otro. Pero, me parece, que la vara debería ser la misma para medirlo».