Claude Lelouch en el Festival de Mar del Plata

El director, productor, guionista, escritor y actor francés Claude Lelouch, creador de obras como «Un hombre y una mujer» y «Los unos y los Otros», ofreció una Master Class en el marco del 32º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
«Cahiers du Cinema me propuso hacer un número especial en la revista dedicado a toda mi obra. Me sentí homenajeado, siendo que una vez sobre una de mis películas dijeron que sería la última vez que se oiría algo sobre mí como director». Así contestaba el cineasta francés invitado al Festival de Mar del Plata cuando se le preguntaba sobre su relación con las duras críticas que en sus inicios recibió por parte de sus contemporáneos de la revista Cahiers du Cinema. «Eso sí, Truffaut dijo que yo había sido el hijo de la Nouvelle Vague que más había crecido como director, y yo me encargué de aclararle que yo no era hijo de la Nouvelle Vague, que yo era hijo del cine».

La Nouvelle Vague

Este fue el nombre con que se cataloga un movimiento cinematográfico que proponía romper con las estructuras del cine francés y que fue postulada por sus impulsores, que fueron los críticos de Cahiers du Cinema (entre ellos Francois Truffaut) como la máxima libertad de expresión y libertad en las técnicas de la producción fílmica.
«La Nouvelle Vague proponía películas muy complejas, metafóricas y reflexivas, y yo siempre pensé en el cine como un espectáculo para el público, profundo pero entretenido y que todos pudieran entender y disfrutar fácilmente». Claude Lelouch, al margen de la conflictiva relación entre él y la crítica, se reconoce admirador del cine de Truffaut y reconoce lo valioso de su aporte.
Además de relatar su experiencia, también se encargó de exponer su opinión respecto de la crítica, la cual considera válida e importante, pero le parece fundamental que nadie lea una crítica antes de ver una película. «La crítica condiciona, crea prejuicios y lo peor es que a veces toma por nosotros la decisión de si debemos ir o no a ver una película. Por eso me gustan los festivales, porque uno salta de película en película y no hay tiempo para la crítica». A su vez, también se mostró reacio a la filosofía «hollywoodense» del cine y dijo que no trabajaría para esta industria porque sería traicionar a lo que él nunca le sería infiel: al cine.

No a Hollywood

La base fundamental de la diferencia de criterios reside en que Lelouch encuentra valor en mostrar la vida tal cual la percibe y Hollywood le resulta artificio puro.
Asimismo, dedicó gran cantidad de tiempo a resaltar todo lo motivador que encuentra en su trabajo y en la vida al hacer referencia a su próximo trabajo. «Mi próxima película tendrá una parte que se llamará ‘Si’ y una parte que se llamará ‘No’. Todas nuestras vidas están construidas sobre la base de los ‘Si’ y los ‘No’ que repartimos, y mis películas se fundan en los ‘Si’ y ‘No’ que yo he recibido. En la vida cotidiana debe triunfar el ‘Si’ de forma conceptual y quiero exponer esto de forma más clara en mi próximo film».
También contestó preguntas de los presentes sobre sus métodos de trabajo y durante toda la charla resaltó su amor por Francia, por la vida, por el amor en sí mismo y cerró con una frase para inspirar y motivar a quienes presenciaban el evento. «Todos somos cineastas, nuestros ojos son la cámara más hermosa; nuestros oídos son los mejores micrófonos, nuestro cerebro es la mejor máquina de montaje y la vida es la mejor guionista del mundo».