Cruces por la peregrinación a caballo

Luego de realizarse nuevamente una Peregrinación a Caballo a Luján, desde el Círculo Criollo El Rodeo rechazaron que durante esa actividad se maltrate a los animales. «Los que lo hacen son los carreros, el paisano trata al caballo mejor que a su familia», dijo Mario Ferré, integrante de la entidad. Además, remarcó los beneficios económicos que le genera al Municipio de Luján y sostuvo que «no nos llevamos nada, el dinero queda en el pueblo».
El 30 de septiembre se realizó la edición número 74 de la Peregrinación a Caballo al Santuario de Nuestra Señora de Luján que organizan el Círculo Criollo El Rodeo de Puente Márquez y el Círculo Criollo Martín Fierro de Jáuregui. En esta ocasión unas cinco mil personas participaron de la actividad, señaló Mario Ferré, del Círculo Criollo El Rodeo. Este número varía cada año, en más o en menos. «Depende de la situación económica. Mantener un caballo sale entre 4 mil y 10 mil pesos por mes para tenerlo en buenas condiciones, entre comida, herraduras, sanidad», explica Ferré.

Los inicios

El origen de la peregrinación se remonta a 1945, cuando monseñor Anunciado Serafini, por entonces obispo de la Arquidiócesis de Luján-Mercedes, pidió a un grupo de paisanos que realizaran peregrinación de gente de a caballo, con carruajes y carretas, para rendir homenaje a la Virgen Gaucha, ya que fue de ese modo en que llegó a los pagos de Luján y decidió quedarse allí.
En 2017 hubo un pronunciamiento de la Arquidócesis de Luján en la que pidió que no se traslade la gente en caballos ya que, contrariamente a como era en sus inicios, las distancias a recorrer son mayores y los animales llegan en mal estado. Ante esto, el integrante de la agrupación manifestó que «no se entiende, ya que el dinero queda en el pueblo, el Círculo no se lleva nada. Yo tengo muy buena relación con el intendente Luciani y les conviene en todo sentido. No nos pagan. Y no queremos que nos paguen. Yo gasto entre 8 y 10 mil pesos para estar y el dinero queda en el municipio. No entiendo cuál es la historia».

«Mal informados sobre el tema»

Además, Ferre negó que los caballos fueran maltratados durante la actividad. «La mayoría de la gente está mal informada sobre el tema. El paisano cuida al caballo mejor que a su familia. Lo de las imágenes de caballos es cosa de gente que no tiene nada que hacer, cuatro señoras que no tienen nada que hacer. ¿Por qué no van a los hipódromos, cuando inyectan a los caballos?», cuestionó. «Los que maltratan a los animales son los carreros, no nosotros. Nos cuesta mucho mantenerlos. Nosotros no podemos prohibir que vayan, si el municipio no prohíbe la presencia de carros los organizadores no podemos, no somos quiénes para prohibir». Ferré también sostuvo que el carácter de la actividad es religioso, porque «es una peregrinación de fe. El que quiere puede venir a caballo, en bicicleta, caminando. Los curas en su oportunidad dijeron que era una peregrinación, no es un desfile. Van los devotos de la virgen a pasar el día y hacer el pedido moral que deseen».
Por otra parte, Ferré desmintió las picadas de sulky y consideró que las denuncias las deben hacer los entes reguladores como el Senasa. «Los pseudo protectores de animales hacen problema y después votan el aborto, matan a un chico y defienden al caballo, ¿quieren que se coma agua? Nuestros caballos están gordos, lindos, bien cuidados. Si el caballo no está bien el paisano no participa», aseguró.
Con vistas al próximo año, para la peregrinación número 75 Ferré dijo que quieren «que la gente entienda qué es este evento. Ya estamos trabajando, intercambiando ideas para eso. Nosotros no lucramos con la peregrinación».