Con el argumento de las pérdidas que daba, que se ubican en los 20 millones de pesos por año, el Ministerio de Transporte decidió cerrar la empresa ArBus. Esta compañía de colectivos había sido lanzada en agosto de 2014 por el gobierno de Cristina Fernández para unir los aeropuertos Jorge Newbery (CABA) y la estación internacional de Ezeiza. La propietaria de la misma era la firma estatal Intercargo, que es la encargada de proveer servicios de asistencia en tierra -rampas y carga de equipaje- para la mayoría de las aerolíneas en 20 aeropuertos del país.
«A costas del Estado»
Según información desde la cartera de Guillermo Dietrich, las unidades de ArBus tenían una ocupación del 20% en promedio y con gastos de 4 millones de pesos por mes se generaba un déficit que propició que se terminara el contrato «a través del cual Aerolíneas Argentinas sostenía la operación de ArBus pagando colectivos completos. Una empresa subsidiada pagando el déficit de otra, siempre a costas del Estado». Además, desde el Ministerio precisaron que «solamente el 3% de todas las personas que llegan al aeropuerto usan un servicio de este tipo. De 35 asientos que tiene cada vehículo, el promedio de ocupación por viaje era de 7 asientos. ArBus perdía la mayoría de los clientes frente a la competencia».
Respecto a los trabajadores, desde el Ministerio se señaló que «de los 34 empleados que tenía ArBus, 11 fueron reasignados a nuevas tareas dentro de Intercargo, mientras que otros 23 serán absorbidos por otras empresas de transporte. Mientras tanto, todos están con licencia con goce de sueldo».
Sin punto de equilibrio
Tras asumir en diciembre de 2015, el macrismo y las nuevas autoridades de la empresa llevaron adelante una reorganización operativa, con reducción y cambios de rutas. Sin embargo, la compañía continuaba con un déficit mensual de 1,5 millones de pesos. «Durante esta gestión se minimizaron costos y se aumentaron los ingresos. A pesar de los avances no se logró un punto de equilibrio y la demanda no superó ocupaciones del 20 por ciento por colectivo», se señala en el comunicado.
Con esta decisión los pasajeros solo tendrán como opción a la empresa Manuel Tienda León, que vuelve a tener el control exclusivo de micros en los aeropuertos y conecta ambas terminales aéreas, la Terminal Madero donde opera la compañía Buquebús, que traslada pasajeros desde y hacia Uruguay en una flota de barcos durante todo el año. A nivel costos, esta firma actualmente cobra 275 pesos por el trayecto entre ambos aeropuertos (75 pesos más que el último precio de ArBus). Taxis y remises pueden cobrar hasta más de 700 pesos.
«Nunca una buena para la gente»
Además, dentro el ejido urbano de Buenos Aires ArBus tenía paradas en Puente Saavedra, Pacífico, Retiro y Microcentro. El servicio era prestado todos los días del año entre las 6:00 y las 0:00, con una espera máxima de 30 minutos. En un principio, los empleados de Aeroparque o Ezeiza podían viajar de forma gratuita. Este beneficio fue quitado en 2016 y también se canceló para los trabajadores de Aerolíneas Argentinas.
El legislador del Frente para la Victoria y expresidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, comentó: «El gobierno cerró ArBus, el servicio de colectivos que conectaba Ezeiza y Aeroparque. Ahora los pasajeros tienen que optar entre Tienda León, que vuelve a tener el monopolio con precios tres veces más altos, o tomar un taxi que promedia los 500 pesos. Nunca una buena para la gente». Además, señaló que «ArBus fue reconocido por la Agencia Nacional de Seguridad Vial por los controles de alcoholemia a sus choferes y pagaba un plus salarial a quienes no cometieran infracciones de tránsito. Era un servicio accesible, moderno, seguro y eficiente que los pasajeros ya no podrán disfrutar».