Más de un tercio de los jóvenes en Argentina viven en la casa de su familia. Este alarmante dato contra la independencia y prosperidad personal de las personas de entre 25 y 34 años en nuestro país se debe, principalmente, por las dificultades al momento de acceder a una vivienda.
Las conclusiones se desprenden del reciente informe de la Fundación Tejido Urbano. Casi dos millones y medio de jóvenes «viven con sus padres o abuelos, lo que representa el 38% de este grupo» y «es un problema que persiste, al menos, por dos décadas», aunque en los últimos años la situación empeoró. «Este alto porcentaje plantea un problema a futuro: existe una demanda latente de vivienda que no se está satisfaciendo. Esto puede deberse a que estos jóvenes no tienen ingresos suficientes para mudarse o carecen de ahorros para cubrir los gastos asociados con la independencia. En el mediano plazo, esto genera un efecto negativo sobre la construcción, que no percibe a este segmento como un potencial demandante y, entonces, no construye para ellos. Este es un ciclo vicioso que impide la independencia de estos jóvenes», advierte el informe de Tejido Urbano.
Por otra parte, las complicaciones para emanciparse se acentúan en el norte argentino, donde los ingresos son menores si se miden los gastos al vivir en solitud. En la Ciudad de Buenos Aires, por el contrario, es donde más emancipaciones pueden datarse, ya que suele haber una proporción de ingresos mayor a otras regiones en relación a los gastos. «A pesar de los altos alquileres y precios de inmuebles, permiten a los jóvenes enfrentar estos gastos con mayor facilidad que en otras partes del país» y «el mercado de alquileres en Buenos Aires está más desarrollado».
En cuanto al panorama en la capital porteña, otro informe de la entidad asegura que «la derogación de la Ley de Alquileres a través del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del Gobierno tuvo un impacto directo en el mercado de alquileres. En los principales portales inmobiliarios, la cantidad de publicaciones creció y los precios comenzaron a desacelerarse en un contexto de suba inflacionaria. Actualmente, se calculan 16.000 departamentos en locación en la Ciudad de Buenos Aires» y «en solo 6 meses, la oferta de departamentos para alquilar se triplicó en la ciudad en comparación con noviembre último. Según datos obtenidos de Argenprop, la oferta de alquileres, medida en superficie (metros cuadrados), creció un 226% respecto a noviembre».
Al respecto del espectro de precios para alquilar un departamento en la Ciudad de Buenos Aires, 1 ambiente está en 330.000 pesos mensuales con una variación mensual de 3,1% e interanual de 200%, 2 ambientes en 400.000 pesos con 5,3% y 207,7%, y 3 ambientes 550.000 pesos con 0% y 205,6%, respectivamente, según el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO).
Asimismo, cabe destacar que el informe de Tejido Urbano detalla que «las ciudades universitarias o productivas experimentan una migración joven que reduce el porcentaje de no emancipados. En contraste, las provincias con un mercado laboral menos dinámico y sin importantes centros educativos enfrentan mayores dificultades para ofrecer alternativas de mudanza, debido a los menores ingresos».
Finalmente, el documento de la organización afirma que la situación es similar a nivel global, aunque los porcentajes varíen. En Estados Unidos, «los jóvenes viviendo en la casa familiar pasó de menos de 20% a más de 30% entre 1999 y 2014» y en Europa el escenario es heterogéneo: Países Bajos tiene 11% y Alemania 13%, pero en Francia se duplicó y pasó de 8% a 15%, Reino Unido subió de 13% a 16% y en Italia se ve la mayor problemática, con un incremento de 46% a 52%. «Toma especial relevancia la mejora en el acceso al alquiler de los últimos meses y la aparición de créditos hipotecarios. Son los dos principales mecanismos por los cuales este grupo de jóvenes podrá acceder a la vivienda, aunque el desafío sigue siendo mayúsculo», concluyen sobre este análisis en Tejido Urbano.