El golpe perfecto

Inglaterra superó con autoridad a Nueva Zelanda por 19 a 7 y se convirtió en el primer finalista del Mundial de Rugby. Los europeos buscarán repetir la historia de 2003, cuando en Australia se coronaron campeones.

Desde el primer minuto se dejó ver la superioridad inglesa, la ambición de imponerse en todas las facetas de juego, en cada punto de contacto convertirse en más fuerte que su rival y, de paso, romper el 0 en el marcador. Apenas pasados los 60 segundos llegó el try inglés de la mano de Manu Tuilagi.

Cuando en la noche de Yokohama (amanecer del sábado en Buenos Aires) se esperó la reacción neocelandesa, se encontró con la superioridad inglesa: la vehemencia en cada tackle, la intensidad en los puntos de contacto, la inteligencia de George Ford, la potencia de Billy Vunipola, las manos de Maro Itoje y la concentración de todo el equipo.

Nueva Zelanda no pudo imponer su ritmo, se lo notó incómodo y asfixiado por el dominio inglés. No hay que confundir: All Blacks no jugó mal sino que Inglaterra jugó un excelente encuentro y anuló a su rival.

«La Rosa» pudo estirar su ventaja pero el árbitro Nigel Owens, con ayuda del TMO, decidió anular el try de Sam Underhill por una obstrucción de Tom Curry. Esa conquista pudo haber sido demoledora para All Blacks, ya que para ese entonces no le encontraba la vuelta al partido. Un dato no menor: los hombres de negro tardaron cerca de 20 minutos en ponerse en 22 metros rivales, posición clara para atacar.

George Ford fue el encargado, mediante un penal, de poner las cifras definitivas del primer tiempo: Inglaterra 10 a 0 arriba.

La gran pregunta era si Inglaterra podía superar el ritmo y la intensidad de la primera etapa. La respuesta fue un contundente sí. Del pie de Ford, el seleccionado que comanda el gran Eddie Jones estiró la ventaja a 13 a 0.

Tan protagonista fue el seleccionado inglés que, de un error suyo, Nueva Zelanda se puso en partido. Un mal lanzamiento en el line posibilitó a Ardie Savea apoyar en ingoal rival para poner el marcador 13 a 7.

Lejos de desesperarse, Inglaterra fue aún más inteligente con la fórmula aplicada en este partido: concentración, fuerza, defensa y tackle. Entendió el try del rival como un llamado de atención y, por esta razón, salió a liquidar la historia.

Tras otro try anulado por el juez a instancias del TMO, apareció el cerebral George Ford para poner el marcador 16 a 7, apenas pasados los 20′ del complemento. Y 5 minutos más tarde (y a poco más de 10 para el cierre), mismo pateador e idéntico el destino del balón. Partido 19 a 7 e historia súper liquidada.

La actuación inglesa fue una lección de rugby en todas las lineas y facetas de juego. Borraron de la cancha, nada más ni nada menos, que al bicampeón mundial. El planteo europeo hizo terrenal a un equipo estelar.

De esta manera, Inglaterra espera a Gales o Sudáfrica, que disputarán la otra semifinal. Vale mencionar que se puede repetir la definición de 2007 entre ingleses y sudafricanos o se podría dar un partido decisivo, por primera vez en la historia, entre seleccionados europeos.

Formaciones e incidencias

Inglaterra (19): Mako Vunipola, Jamie George y Kyle Sinckler; Maro Itoje y Courtney Lawes; Tom Curry, Sam Underhill y Billy Vunipola; Ben Youngs y George Ford; Jonny May, Owen Farrell (capitán), Manu Tuilagi y Anthony Watson; Elliot Daly. Entrenador: Eddie Jones.

Cambios: 44′ Henry Slade por May, 47′ Dan Cole por Sinclair, 55′ George Kruis por Lawes, 62′ Willi Heinz por Youngs, 70′ Luke Cowan-Dickie por George, 70′ Mark Wilson por Underhill, 70′ Joe Marler por Mako Vunipola, 73′ Jonathan Joseph por Tuilagi.

Nueva Zelanda (7): Joe Moody, Codie Taylor y Nepo Laulala; Brodie Retallick y Samuel Whitelock; Scott Barrett, Ardie Savea y Kieran Read (capitán); Aaron Smith y Richie Mo’unga; George Bridge, Anton Lienert-Brown, Jack Goodhue y Sevu Reece; Beauden Barrett. Director técnico: Steve Hansen.

Cambios: 40′ Sam Cane por Scott Barrett, 50′ Dane Coles por Taylor, 50′ Jordie Barrett por Bridge, 54′ TJ Perenara por Smith, 54′ Sonny Bill Williams por Goodhue, 54′ Angus Ta’avao por Laulala, 63′ Ofa Tuungafasi por Moody, 67′ Patrick Tuipulotu por Whitelock.

Anotaciones: 2′ try de Tuilagi convertido por Farrell (Inglaterra), 40′ penal de Ford (Inglaterra), 50′ penal de Ford (Inglaterra), 57′ try de Savea convertido por Mo’unga (Nueva Zelanda), 60′ y 79′ penales de Ford (Inglaterra).

Estadio: International Stadium Yokohama (Japón). Árbitro: Nigel Owens (Gales). Asistentes: Romain Poite y Pascal Gaüzère (Francia). TMO: Marios Jonker (Sudáfrica).

Un comentario sobre “El golpe perfecto

  1. Habiendo visto el match, es muy claro el comentario, ya que refleja fielmente lo ocurrido en el campo de juego. Inglaterra fue superior y «borro» a Nueva Zelanda en todas sus líneas

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