El mundo se puso raro

Este país no da respiro, los que venían a cambiar hacen lo mismo que los otros… pero para gente fina. Además, quieren quedarse pero declaran como para no volver más y adoptan prácticas que critican, como crear cargos para amigos. ¿Falta mucho para fin de año?

Noticias de la Gorra

Al final cambiamos para no cambiar. Después de tirar un default moderado, el Gobierno volvió a implementar el cepo, pero esta vez en forma cheta: podemos comprar 10 lucas verdes por mes… vos, ¿ya compraste tu parte mensual?

Para llevar luz a este nuevo volantazo ideológico del Gobierno, habló el flamante ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, sobre el cepo y la crisis. No se le entendió un carajo pero, por suerte, tiene un master… ¡en metáforas navales y climáticas! Así que ahora sabemos que la sala de máquinas está bien, pero el servicio de mozos anda mal y no repartieron bien el morfi. ¡Posta, dijo eso! Son los mejores análogos de los últimos 50 años.

Ojo que el que no se anda con vueltas para demostrar que es un hijo de puta es el secretario de Cultura, Pablo Avelluto, que ante el reclamo de la oposición y de las agrupaciones sociales para declarar la emergencia alimenticia, salió a decir que «parece una campaña política». A vos no te va tan mal, gordito.

El que no se quedó atrás a la hora de expresas su sentimiento hacia quienes cortan las calles reclamando comida es el candidato a vicepresidente, Miguel Ángel Pichetto, que totalmente compungido dijo: «No laburan, son parte del endeudamiento». Lo que se dice un político de raza… o racista.

Pero si hay alguien cuya ética y moral está intacta, casi tan virginal como Mariu, es la titular de la Oficina Anticorrupción, Laurita Alonso, que dicta clases de Ética para empleados públicos. Entre los puntos a tocar estarían cómo hacerse el boludo y no denunciar a los amigos y cómo conseguir un cargo sin cumplir con las condiciones que estipula la ley.

Otra paladina de la ética es la vicepresidente, Gabriela Michetti, que además es una mina muy generosa, por lo menos con la guita de los demás, ya que antes que le den el último empujoncito por la rampa de salida, nombró en planta permanente a una gran cantidad de sus colaboradores creando secretarías y subsecretarías. El peronismo hizo escuela en el PRO.

Por su parte, el ministro de Transporte, Guillo Dietrich, está consternado por la crisis con la que el Gobierno afronta sus últimos meses en el poder y dijo que «ahora tiene el desafío de gobernar todos los días». Ahora entendemos por qué nos fue como el culo, ¡se ve que no sabían que tenían que hacer eso desde que asumieron! La pregunta es… ¿qué carajo estaban haciendo?

Mientras Argentina entraba en default nuevamente, el Presidente tuvo una reunión cumbre para analizar el destino del país con… ¡el Mago Sin Dientes! Esto no tiene remate.

Asimismo, Lilita Carrió le recomendó a una mujer que trabaja para ella y que se queja porque no llega a fin de mes, que vaya a la iglesia a pedir perdón… porque uno no se puede quejar todo el día… y, si faltaba algo, se terminó comparando con Cristo, por ser una perdedora exitosa. Su locura ya no sorprende, lo curioso es que quienes la entrevistan le dicen que «sí» como a una tía borracha.

Finalmente, alguien puso su granito de pólvora para cerrar la grieta y fue, nada menos, que el dirigente social Juan Grabois, que pidió una reforma rural y expropiación de campos. Este país oscila entre neoliberales y comunistas maoístas… somos inviables… Alberto Fernández se pegó un tiro en los huevos.