Terminó la primera parte de la campaña electoral y llegaron las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO). Parece que los partidos la tenían más clara de lo que parecía. El Frente de Todos preveía su baja en caudal de votos y desde Juntos por el Cambio, Juntos o lo que sea, dejaron en claro que no les importa el trabajador. Otras mostraron tetas y culos. Por su parte, María Eugenia Vidal hace magia con sus finanzas y Manuela Castañeira es de Izquierda hasta que le tocan su guita.
Noticias de la Gorra
Terminó la primera etapa de la tortura electoral con un cierre de campaña tan lamentable que estuvo a la altura de los candidatos y sus propuestas.
Por el programa de Alejandro Fantino desfiló la candidata del Frente de Izquierda y de los Trabajadores – Unidad, Manuela Castañeira, que fue chicaneada por su dilema entre ser de Izquierda y tener un iPhone «imperialista», a lo que respondió que “a su salario lo gasta como quiere”. Es «zurda» hasta que se meten con su propiedad, ahí ya es libertaria, parece.
Otra que pasó por lo del exrelator servicial fue «Mariu» Vidal, a la que con mil quinientos reparos le consultó por la dudosa compra de un departamento en Recoleta, cuya respuesta fue dudosísima y sin repregunta. La cuestión es si el bulo sale medio palo verde, en teoría la mitad salió de la venta de la casa de Morón. ¿Habrá vendido 50 hectáreas en el centro? Lo más curioso es que el resto lo pagó con un crédito a 10 años que le dio un privado, no un banco, o sea que para ser desocupada le va bastante bien, ya que puede pagar una cuota de 1.600 dólares. Vueltitas de la economía que nunca vamos a entender.
A la que tampoco vamos a entender es a la candidata de vaya uno a saber qué partido, Cinthia Fernández, que no quiso estereotiparse y cerró su campaña en tanga frente al Congreso. La que también se la jugó de sexy para juntar votos fue la candidata de Juntos en Santa Fe, Carolina Losada, que mando “mensaje casual” por WhatsApp pelando alto escote.
Para lo que fueron las propuestas del resto, por lo menos vimos un buen culo y unas gomas… cómo estaremos que ya con eso nos conformamos.
Reviviendo la campaña «adolfiana de 1936», Javier Milei juntó una horda de pseudos nazis y organizó un espectáculo peligrosamente masivo, lleno de adolescentes con quilombos familiares y, para cerrar, se quiso hacer el rockero citando el comienzo del tema «Panic Show» de La Renga. Los de Mataderos lo mandaron a freír churros, porque la música se paga, como hizo Cristina Fernández.
La revelación del campeonato fue Guillermo Moreno, que se coronó como el mejor «spotero» por lejos con su canción copia de Marolio cuya letra dice “Moreno le da Perón a tu vida”. Hay que darle una banca sin votar.
El oficialismo hizo un standup con sus principales figuras y, si bien sabía que iba a perder muchos votos y se conformaba con ganar en la provincia de Buenos Aires, en medio de su discurso de cierre de campaña, Alberto Fernández se reconoció más “gordo y ojeroso. Si solo ese fuera su problema estaríamos viviendo en Disney.
Cambiemos, Juntos, el PRO o vaya uno a saber cómo carajo se llaman, cerró campaña blanqueando que van por la reforma laboral y la quita de indemnizaciones. Vemos que el voto del asalariado les chupaba un huevo, pero por lo menos lo dijeron, no como Florencio Randazzo.
Finalmente, el Gobierno Porteño sacó un instructivo para aquellos extranjeros que querían votar y, curiosamente, decía que debían poner la boleta de Juntos por el Cambio en el sobre, porque siempre hay un boludo que puede hacerles caso. Además, el dólar picó en punta antes de las PASO y nosotros no compramos. Lo curioso fue que el faro de la ética periodística, el «Gato» Sylvestre, dijo que fue estafado por un falso Lavagna que le vendió dólares. Epa, quiere decir que está comprando en negro y haciendo algo ilegal. Qué mal.