El mundo se puso raro

Finalmente ocurrió el milagro y Mauricio Macri tuvo que madrugar. Pero no sirvió de nada, porque no pudo declarar en la causa por el espionaje a familiares del ARA San Juan, ya que el juez se olvidó de un detalle: pedir que lo releven del secreto sobre asuntos de Inteligencia. Por otra parte, van a etiquetar los envases de alimentos para que sepamos qué comemos. Cuando etiqueten pelotudos, de nuestros dirigentes no se salva ni uno. Por último, Horacio Rodríguez Larreta se puso a la izquierda de Nicolás Del Caño y apuntó contra los monopolios.

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Después de hacerse el boludo y darle vueltas al asunto, finalmente el expresidente Mauricio Macri fue hasta Dolores para declarar por el espionaje a familiares del ARA San Juan. Para llevar adelante semejante acción tuvo que realizar un hecho inédito: ¡madrugar! Ya que salió su camioneta a las 8 am. Algunos dicen que sus patovicas lo subieron dormido a la chata y su mujer lo vistió cuando faltaba poco para llegar.

Esta travesía movió a todo el aparato macrista para apoyar al «nanana lideeeer». Lo curioso fue que fueron más policías y dirigentes que seguidores. Se plantó delante de un puñado de obsecuentes y dio un encendido discurso antes de declarar y se victimizó señalando la actuación del Juez y la oposición por perseguirlo. Pobrecito.

Sin embargo, todo el circo duró poco porque, al parecer, nadie se percató que para que un expresidente brinde información sobre el servicio de Inteligencia necesita la aprobación del presidente actual, así que Alberto Fernández tiene que autorizar a que lo indaguen a Mauri. ¿Te imaginás cómo se pondría Cristina Fernández si Alberto no lo aprueba?

Lo curioso es que justo la misma semana en Mendoza arrancó el juicio al hombre gato. Quizás Mauricio puede aprovechar la misma técnica y ponerse a maullar durante toda la declaración.

Finalmente, salió la ley de etiquetado frontal para identificar aquellos productos que contienen ingredientes que afecten la salud de los consumidores. La oposición a esta ley se focalizó en la cosa importante: en que ya no podrán poner la fotito del tigre en los cereales o del Capitán del Espacio en los alfajores. Un legislador se indignó porque durante la sesión ofrecían chocotorta y otra legisladora consultó si también le iban a poner cartel a los choripanes. La verdad que no sabríamos decirlo, pero estamos seguros que si les ponen carteles a los pelotudos que están en la Cámara no queda uno sin ser identificado.

Asimismo, avanza el miedo entre terratenientes del sur y los grandes medios de comunicación por los ataques “terroristas” de 20 mapuches, o algo así. La barra de Almirante Brown es más populosa, está más organizada y nadie dice nada. Esto generó un lindo tiroteo entre Aníbal Fernández y Sergio Berni que, por lo visto, está hinchado las pelotas de todo.

Volvió a hablar Alberto Fernández ante el peronismo durante una jornada para recordar los 11 años de la muerte de Néstor Kirchner y ahora parece que está de acuerdo con el kirchnerismo y se puso duro contra el Fondo Monetario Internacional (FMI). Otros dicen que tiró humo para la hinchada. Lo importante es que no hizo ningún papelón esta semana. Todo un milagro.

Por otro lado, a Horacio Rodríguez Larreta le preguntaron por la inflación y dijo que hay que regular los monopolios. Ni a Del Caño se le ocurrió decir una cosa así.

Para terminar, Victoria Tolosa Paz dijo que la oposición esta planeando un «golpe blando» por el aumento del dólar y sus criticas al congelamiento de precios. Señora, un «golpe blando» es el que le da su marido.