El peor escenario… latente

¿En cuántas ocasiones oímos la palabra «nuclear» en los últimos días? Esto nos hace recordar a películas conocidas de la taquilla norteamericana como, por ejemplo, «La suma de todos los miedos», que recrea un ataque al corazón de Estados Unidos, interpretada por Morgan Freeman y Ben Affleck, dos actores de renombre internacional.

Esto muestra lo duro que puede ser un ataque en una película. Al día de hoy, la amenaza nuclear ya no es solo un cuento ni un film al estilo norteamericano. La amenaza nuclear es un hecho y Rusia está dispuesta a utilizar mayor armamento si la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sigue presionando a Ucrania con sus pretensiones al este de Europa.

Vladimir Putin nombró varias veces que está dispuesto a ejercer el derecho de contraatacar con armas de mayor impacto si Rusia se ve en peligro, así medios internacionales declararon que una posible guerra nuclear está al borde del abismo. Según especialistas, una «locura» de esta índole podría ser devastadora para toda la humanidad.

Un invierno nuclear es posible en el mundo si las dos potencias más fuertes se enfrentaran. Por el lado ruso, hacen eco de su armamento pesado con los reconocidos cohetes «Satán 2» que podrían llegar en cuestión de minutos a territorio estadounidense. Por su parte, Estados Unidos cuenta con un arsenal de más de 70 mil ojivas nucleares, lo que representaría una respuesta extrema. Sin embargo, la destrucción de ambas naciones no solo significaría su propia extinción con millones de muertes en cuestión de minutos sino que provocaría una noche significativa bajando la temperatura por varios grados y con lluvia ácida, lo que provocaría la muerte de la vida en el planeta.

Este sería el escenario más grave para el mundo, lo que daría como resultado la extinción total de la humanidad en cuestión de años debido a la falta de luz, alimentos y escases de agua. Así describieron los especialistas esta amenaza a la humanidad y la responsabilidad está ahora en manos de los mandatarios de las potencias económicas.

Sin embargo, mientras estas amenazas continúan y el peor escenario es posible, la guerra en Ucrania continúa y hay muertos todos los días.

En las últimas semanas se pudo ver cómo la explosión de un camión bomba cortaba el paso del puente que une Rusia con la región de Crimea, dejando sin comunicación ambos lados. Si bien fue una demostración de cómo Ucrania está devolviendo un poco todo el ataque que recibió en estos tiempos, la respuesta de Rusia no se hizo esperar. Primero, el Kremlin respondió con un contundente ataque sobre Kiev a través de misiles que impactaron de lleno sobre distintos lugares de esta localidad.

Este lunes se conoció cómo drones en formato de ala selta sobrevolaron la ciudad de Kiev y se estrellaron en diferentes áreas, dejando como resultado más de 4 muertos y destrozos en edificios y casas. Se determinó, según lo que reportaron autoridades locales, que los drones tienen fabricación iraní, por lo que se cree que la República Islámica de Irán está colaborando con Rusia en estos ataques como una devolución de favores en la guerra en Siria.

La prensa internacional denominó a los drones como «suicidas» debido a que vuelan demasiado bajo y al detectar su objetivo descienden con rapidez para impactar. Los soldados ucranianos apostados en las calles intentan derribarlos desde tierra cuando se los ve, porque su sobrevuelo es lento, y luego atacan demasiado rápido. En la mañana argentina llegaron las noticias de los drones suicidas sobre Kiev y alarmaron a la población, a la que se le pidió que ante las alarmas corrieran a esconderse en refugios.

El invierno acecha a Europa y el precio del gas se disparará pronto por las restricciones que recayeron sobre Rusia. El gasoducto que unía a Rusia con Alemania y el resto de Europa fueron suprimidos y se teme un invierno más cruel de lo que debía ser. Pero los planes de Estados Unidos llegaron para construir un nuevo gasoducto que llegará por el mar del norte y abastecerá a toda Europa pero, ¿a qué costo? ¿Será superior a lo que Rusia cobraba? El gasoducto Nord Stream 2 fue cancelado y destruido, por lo que Europa vive momentos de tensión.

Las alarmas sobre Kiev representan lo más oscuro de la humanidad, como las guerras mundiales y otras que lograron acabar con millones de vidas. El ser humano es responsable de la matanza de sí mismo. ¿Será capaz de contenerse ante la tentación de apretar el botón rojo? O somos tan tontos como para destruir lo único que da vida y acoge… el planeta Tierra. El ser humano es más peligroso para el planeta que el cambio climático, que también es generado por el «hombre».