El poder del artificio

Quentin Dupieux propone, una vez más, una comedia donde lo bizarro, lo grotesco y el humor meta serán la fórmula del éxito. Protagonizada por Léa Seydoux, Vincent Lindon, Louis Garrel, Raphaël Quenard y Manuel Guillot, «El segundo acto» («Le deuxième acte») se presenta como una sátira que pone en jaque los ideales del mundo del espectáculo y la corrección política.

Florence quiere que David, el chico que le gusta, conozca a su padre y por eso lo cita en un restaurant. Sin embargo, David invita también a su amigo Willy, porque no está interesado en ella e intentará convencerlo de que la enamore. Esta parece ser la premisa de una típica comedia de enredos, pero Dupieux sumará al juego un elemento clave que desarma todas las convenciones.

En 80 minutos, Dupieux logra confundir al espectador difuminando completamente las líneas entre la realidad y la ficción y profundizando en personajes sumamente verborrágicos y atolondrados.

A su vez, la confusión funcionará como vehículo para introducir una ácida crítica a los clichés y los tiempos de corrección política complejizando hasta dónde se evolucionó realmente en las formas de vincularse y qué tanto es simplemente una fachada.

Quentin Dupieux demuestra, nuevamente, ser un director que navega de forma cómoda las aguas de la sátira, añadiendo capas en su narración y, en este caso en particular, revelando los poderes de uno de los artificios más antiguos del mundo: el cine.

«El segundo acto» fue dirigida por Quentin Dupieux y participa de la 39° edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, en la sección «Autoras y autores».

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