En el documental «Cuidadoras», sus codirectoras Martina Matzkin y Gabriela Uassouf se propusieron registrar qué sucedía con un grupo de tres mujeres trans que acceden a un empleo formal en un hogar público para personas mayores.
Lo que sucede es mucho más interesante que el planteo inicial, ya que la interrelación entre cuidadoras y residentes es tan intensa, que la contención, paciencia y dedicación que las mismas prodigan a los segundos es retribuida con creces por estos con consejos, estímulos y preocupación genuina por sus vidas y contingencias.
Lo paradojal y digno de ser pensado de esta situación en foco es la contraposición entre la expectativa de vida del colectivo trans (no menor a los 40 años en la actualidad) con la edad promedio de los habitantes del Hogar Santa Ana, la mayoría de los cuales doblan en edad a sus profesionales a cargo.
El film se propone rescatar las políticas públicas, que actualmente se están cercenando, sobre el cupo laboral de este colectivo, que abrió puertas y permitió un ámbito de realización personal y profesional a quienes solo tenían como destino de trabajo la calle.
El Hogar Santa Ana, que era un ejemplo de funcionamiento y asistencia para personas mayores sin medios económicos, fue finalmente cerrado y con él las posibilidades de desarrollo y salud de personas de la tercera edad en situación de necesidad.
El documental ofrece una interesante conjunción sobre diversidad y aceptación que desafía los prejuicios y discursos de odio de este momento tan llenos de palabras sin sentido y tan carentes de acción social.