«Es irrisorio anteponer el comercio a la salud»

El último año y medio, la pandemia de coronavirus trajo a cuestas tensiones y abrió el telón para dejar entrever la relación explícita entre la ciencia y la política, junto a sus intereses económicos. Por tal motivo, conversamos con el doctor en Bioquímica y uno de los principales investigadores del Conicet, Oscar Ruíz.

Al introducirnos en los datos duros de la pandemia, Oscar menciona que, «si bien la estadística está demostrando que está bajando rápidamente el número de infectados (Argentina junto con Portugal son los países que más rápido bajan los casos), a pesar de esto el virus es impredecible, una porción de genoma tan pequeño con una altísima probabilidad de mutación espontánea, incluso motivadas por la defensa, genera incertidumbre. Esto es una cosa que no salva a nadie en particular, más allá que se hayan acumulado vacunas, evidentemente, los lugares donde no se vacunan son reservorios para que el virus se sienta cómodo y produzca las distintas mutaciones para seguir dando vuelta. Entonces, en el mundo donde la distribución de vacunas fue tan injusta, donde hay países de África donde no han recibido vacunas, es como que no hemos aprendido la lección”, reflexiona Ruiz, y agrega que «estas son situaciones en la que nadie se escapa, salvo que el mundo se de vuelta a un sentido humanista que hoy no existe y que los países ricos hayan acumulado vacunas por las dudas. No tiene sentido, porque no son soluciones de uno en detrimento de los otros, nos tenemos que salvar todos”.

En relación a la gestión de la pandemia en nuestro país, Ruiz argumenta que «Argentina no tuvo pacientes sin cama, afortunadamente, como sí ocurrió en Europa. Es cierto que leímos el diario del lunes y pudimos prevenirlo, pero también es cierto que si no hubiera existido una política con un sentido positivo para tratar de afrontar esto, la hubiéramos pasado igual o peor de lo que la pasó Europa, cuando empezó la pandemia. Argentina fue uno de los primeros países que promovió que las vacunas sean declaradas un patrimonio sin cargo, parece irrisorio que estemos discutiendo que en una situación de emergencia mundial se antepongan situaciones de comercio, es poco humano”, sostiene el doctor en Bioquímica.

A la hora de marcar los diferentes destinos de los actores involucrados en administrar la pandemia a nivel mundial, Oscar comenta: «Yo creo que perdimos todos, el hecho de que cuando uno pasa por una situación traumática como esta y sale igual que antes es porque ha perdido algo, no hemos sacado el provecho de poder sacar algo de esta situación extrema. La Organización Mundial de la Salud (OMS) quedó muy debilitada, como las Naciones Unidas (ONU), no están cumpliendo el rol, no son suficientes, fueron muy buenos los objetivos de creación pero no se están cumpliendo las condiciones por las que fueron creadas, como los acuerdos de cambio climático”, subraya el investigador del Conicet quien, además, afirma en relación a las vacunas: “La responsabilidad de la salud pública es comunitaria, no es un problema de derecho individual”.

Finalmente, a la hora de argumentar los orígenes del COVID-19, Ruiz señala que «los orígenes del virus solo lo sabe el virus, se sabe sí con los avances científicos el genoma del virus, sus mutaciones y cuales son más infecciosas. Tengo la sensación que es más un problema de medio ambiente, de ruptura de hábitat de donde estaban estos señores y se fueron adaptando a otros hábitat. Creo que en el fondo todo este tipo de situaciones que se van dando son alteraciones del medio ambiente, entonces, toda la biótica y el ecosistema se modifica para adaptarse a los nuevos, porque las anteriores ya no existen”, sostiene Oscar, quien agrega que “los grandes países que crecieron, son aquellos que tienen grandes inversiones en Ciencia y Tecnología, entre otras cosas”, y afirma: “Siempre me interesó saber el porqué de las cosas”, para confesar que «la ciencia es un vicio”, y esboza una sonrisa.

Artículo elaborado especialmente para puntocero por Fernando Otondo.