En un encuentro muy disparejo, Tampa Bay Buccaneers se quedó con el Super Bowl LV disputado en su propio estadio. El equipo liderado por Tom Brady fue dominante de principio a fin sobre Kansas City Chiefs, los últimos campeones.
En el inicio del juego, la defensa de los locales se vio muy fuerte y contrarrestó de gran manera al joven mariscal Patrick Mahomes. En más de una ocasión no encontró pase y tuvo que correr él, aunque avanzó muy pocas yardas. Así llegaron los primeros tres puntos de los Chiefs por un gol de campo.
Los Buccaneers no se quedaron atrás y realizaron grandes jugadas con las que avanzaron. Rob Gronkowski, de poca participación en la temporada regular y en la postemporada, fue decisivo para el campeón. La primera anotación llegó por una combinación entre Tom Brady y el ala, dos viejos conocidos de los New England Patriots. El primer cuarto finalizó 7 a 3 pero en el segundo periodo Kansas suele marcar la diferencia.
Sin embargo, no sucedió lo habitual. La visita arrancó con una excelente defensa en cuatro oportunidades de goal que tuvieron los de Florida. Parecía el despertar luego del mal comienzo. A los pocos minutos, otra combinación del histórico mariscal y Gronkowski pusieron el 14-3 y empezaba a marcar lo que sería la tónica del partido. La primera etapa terminó con un 21-6 contundente.
Como siempre, el show del medio tiempo fue increíble. The Weeknd hizo algo fantástico. A la sumatoria de que gran parte de sus canciones formaron parte de los rankings de las más escuchadas en los últimos tiempos, el artista innovó y, a raíz de la falta de público por la pandemia, dio un show pensado para televidentes.
Para el segundo tiempo la esperanza en Kansas se mantenía, ya que es un equipo que está acostumbrado a remontar, lo demostró en el Super Bowl LIV cuando perdía por diez y terminó quedándose con el trofeo. De todas maneras, continuó todo igual. Incluso con unos Buccaneers más duros y eficaces.
Los Chiefs comenzaron con otro gol de campo, pero la falta de anotaciones seguía alejándolo del trofeo. Aún más difícil se vislumbraba el panorama cuando Brady se la dio a Leonard Fournette para otro nuevo touchdown. Las cosas empezaban a estar claras y eran a favor de Tampa. Este año, los de Kansas no estuvieron a la altura de las circunstancias. Todo lo contrario para los locales, que hicieron un gran trabajo en defensa para frenar a Mahomes y la ofensiva manejada por el «GOAT» de Brady.
31 a 9 fue el resultado final con la curiosidad de que el último cuarto no tuvo puntos. El mariscal consiguió su séptimo anillo, más que cualquier franquicia de toda la NFL. Además, consiguió su quinto MVP y en Estados Unidos solo es superado por Michael Jordan, que tiene seis de estos premios en la NBA.