Golpe de suerte

El superclásico del fútbol argentino terminó igualado en un tanto. Boca Juniors lo pudo rematar pero se encontró con Franco Armani, River Plate lo empardó con un jugador que iba a salir reemplazado y, en el final, lo pudo ganar con una jugada increíble.

El encuentro comenzó con River controlando la posesión, pero no llegó a acorralar a su rival, que optó por esperar. Nicolás De La Cruz estuvo cerca de romper el cero, pero Lisandro López salvó sobre la línea. Sin embargo, el «Xeneize» cuando decidió a atacar, lastimó a su rival. Primero, Armani se lo sacó a Carlos Tevez. Minutos más tarde, Paulo Díaz tocó a Nicolás Capaldo adentro del área. Penal, que Sebastián Villa cambió por gol.

En el complemento, Boca no supo cómo liquidarlo. Tuvo dos chances claras para estirar la ventaja, pero no logró desequilibrar el tanteador. Gonzalo Maroni mandó a las nubes un mano a mano inmejorable y luego Armani se lo volvió a tapar a Tevez y al propio Maroni.

Dicen que a la suerte hay que acompañarla. Marcelo Gallardo es un especialista en esta máxima aplicada al fútbol (más allá de sus méritos innegables).  Agustín Palavecino era el jugador puesto a salir sustituido, de hecho, su reemplazante estaba esperando que el balón salga para entrar al campo de juego. El ex Platense aprovechó su chance, cabeceó al palo izquierdo de Esteban Andrada, quien no llegó, y estampó el 1-1 en el peor momento «Millonario».

Minutos más tarde, Carlos Zambrano recibió la segunda tarjeta amarilla y dejó a Boca con 10 hombres. Pese a esto, River no hizo notar su hombre de más. Para colmo, Milton Casco también se fue a las duchas por doble amonestación.

Con el encuentro 10 contra 10, el equipo de Gallardo estuvo más cerca de llevarse el clásico, de no ser por el insólito destino en el arco del Riachuelo. Carlos Izquierdoz cabeceó a su propio arco, la pelota pasó a Andrada y tenía destino de gol. Un extraño efecto alejó al balón a centímetros de la línea de cal, luego Bruno Zuculini estrelló la misma en el poste. Increíble. Una jugada que quedará en el libro gordo de los superclásicos.

Por otra parte, San Lorenzo de Almagro y Banfield igualaron en cero en el Estadio Florencio Solá.