Otras vez sobre el diván
Continuamos con nuestro recorrido a través de las diferentes colecciones presentadas por la firma francesa desde el inicio de la pandemia hasta la actualidad. Un tránsito donde las emociones estuvieron muy presentes para la toma de decisiones estéticas, permitiéndonos acompañar como espectadores la evolución interna y, consecuentemente, externa de la mujer Chanel. Empecemos.
Entre el color y la sombra: desfile Spring-Summer 2021 (Ready to Wear)
Este desfile significó la reorganización de presentaciones con público durante la crisis sanitaria por el COVID-19. Así que el escenario fue mucho más austero. Únicamente se construyeron letras grandes que escribían el nombre de la marca. El resto del espacio era completamente blanco, y los asientos guardaban una distancia prudencial, al igual que las modelos en su coreografía para desfilar.
El relato sobre la pasarela empieza de manera alegre, ya que se nos presentan modelos que visten prendas coloridas. Algunas chaquetas guardan cierta línea estética con la silueta de los años 80′. Sobre todo por la amplitud de los hombros.
En dicha colección, la mujer Chanel pasa por dos rangos emocionales: inicialmente la vemos optimista, utilizando colores como el rosa, estampados que hacen referencia a los conteos regresivos utilizados al inicio de algún material audiovisual, chalecos con piedras brillantes de un tono gris azulado. Letras sublimadas en plateado sobre las mangas de algunas camperas e, incluso, algunos jeans teñidos en azul y rosa.
Además, es notable la presencia de múltiples variables del traje rosa utilizado por Jacqueline Kennedy el 22 de noviembre de 1963, día en que su esposo, el presidente Jonh F. Kennedy, fue asesinado.
Originalmente, el conjunto se elaboró en lana bouclé con doble botonadura. Por otra parte, no era precisamente rosa sino de color frambuesa y de cuello azul marino. Tenía como complementos un sombrero pillbox del mismo tono y guantes blancos. Había sido mostrado por primera vez en la colección otoño/invierno de 1961 de Coco Chanel.
Aunado a la triste asociación que un diseño como este lleva consigo, las modelos utilizaron vinchas en la cabeza con pequeñas redecillas que hacían las veces de velos. Dichos accesorios también fueron decorados con lazos. Definitivamente, una clara manifestación de la aflicción emocional.
Por otra parte, también se presentaron pantalones capri de lentejuelas negras que, además, contaron con sus versiones en azul y rojo, camperas con aire universitario, letras estampadas con efecto neón y faldas plisadas con aberturas laterales, chalecos, blazer manga corta y vestidos blancos con bordados de líneas transversales.
Finalmente -y a pesar de que la presencia del negro se tornó un elemento más dramático-, el estilo, la belleza de las prendas, y el trabajo detallado en la confección, representaron un espíritu que encara las dificultades con elegancia y sofisticación.
Con amor: desfile Spring Summer (Haute Couture)
Este desfile manifiesta un estado emocional mucho más estable. La mujer Chanel luce optimista y tranquila, parece haber superado sus propios demonios y ahora está dispuesta a disfrutar. Se aceptó y se reconcilió consigo misma.
Gracias a esta sensación de progreso, nuestra heroína renueva los votos de amor con su mundo interior, casándose consigo misma en una boda de estilo country en la que notamos la presencia de faldas amplias pensadas para montar a caballo. Algo completamente coherente con la producción del set y que, al mismo tiempo, guarda relación con uno de los pilares fundamentales de la marca: la comodidad. Característica que no impide -suena repetitivo, lo sé- la creación de prendas elegantes y de alto detalle en la realización.
De esta manera, se van sumando otros diseños que poseen los mismos principios de distinción y confort. Entre ellos se encuentra una blusa rosada con volantes en el pecho y tela de estampados florales, una chaqueta corta de lentejuelas plateadas que nos ayuda a recordar el espíritu rocker de la mujer Chanel que, además, sigue siendo una rebelde de la ciudad. A estas propuestas se suman las faldas confeccionadas con tul. Una de ellas completamente negra -combinada con una camisa de seda color blanco perlado y botones oscuros- y otra con aplicaciones de tul en diferentes tonos como lavanda, verde agua y azul bebé. En este listado también es importante incluir a las prendas de punto, el vestido de girasoles blancos, los vestidos aniñados de hombros abullonados y volantes en el cuello y los chalecos con pantalón, en donde se emplearon diferentes combinaciones de hilos en el tweed, algo en lo que la firma cada vez profundiza y experimenta más.
Con respecto a los accesorios y al cabello, se utilizaron relojes deportivos y algunos más simples, mientras que en los peinados se mostraron melenas lisas con un corte Bob sin flequillo que, en realidad, ahora se convierte en el estilo Chanel. Su principal característica es la simetría y que el largo llega justo debajo de la barbilla. Un look poderoso y minimalista, perfecto para una mujer a la que no le gusta perder el tiempo.
Salgamos: desfile Fall Winter 2021/2022 (Ready to Wear)
Esta temporada cierra un ciclo marcado por la pandemia y, al mismo tiempo, es el primer paso hacia una nueva etapa para las clientas de la marca. Las modelos comienzan el desfile caminando por unas calles solitarias, después entran en un bar. Ahí las vemos alistándose, subiendo y bajando escaleras para cambiarse. Finalmente, salen a la pasarela. Los diseños cuentan con una paleta de colores más vibrantes en la que destacan el rosado, el verde, el azul, el rojo e incluso el dorado.
En cuanto a los diseños, hay una cierta inspiración en la estética de los años 70′ por la forma en la que son combinadas algunas prendas como los chalecos con los pantalones o los mini vestidos con los tapados. Sin embargo, es algo que no representa la totalidad del desfile. También se presentaron faldas hasta las rodillas, con o sin aberturas laterales. Además de incluir nuevamente las faldas plisadas que combinaban diferentes tipos de tweed en su confección. Amplios abrigos con solapas grandes, mini tops, blusas transparentes de tiras delgadas, en ocasiones ceñidas al torso y en otras más amplias. Mini shorts, jeans con aplicaciones brillantes, camisas negras o celestes de cuello blanco; calentadores y -para cerrar el resumen-, chaquetas cortas de felpa, gorros deportivos y sombreros.
Al finalizar el desfile, las modelos se agrupan fuera del bar. Allí se encuentran con Virginie Viard, la fantástica diseñadora de la marca, quien las saluda con cariño y las invita a caminar junto a ella, despidiéndose del equipo de filmación al que nunca pudimos observar.
Final de la consulta
Esta colección se aproxima a la celebración de la libertad. Una en la que el encuentro con el otro no estará limitado por el miedo, propiciando un desarrollo de nuestra salud emocional que, al mismo tiempo, nos invitará a disfrutar más de las cosas, incluso de la moda. Tal y como siempre lo hizo la mujer Chanel. No solo porque la ropa sea hermosa sino porque, además, se siente poderosa en ella.