La vida no tan fácil de "Harlots"

«En Londres, en el auge sexual, una de cada cinco mujeres se gana la vida vendiendo sexo». La serie original de Hulu se sitúa en el Siglo XVIII en el contexto del negocio sexual de la época.
Margaret Wells (Samantha Morton) maneja un burdel en una zona de callejones oscuros cuando frente a una denuncia resulta detenida, multada y con su negocio cerrado. La denuncia es llevada a cabo por Lydia Quigley (Lesley Manvile), que resulta ser la dueña de otro burdel y busca eliminar a la competencia e imponer a sus trabajadoras sexuales con una impronta refinada al lado de lo vulgar de las trabajadoras de Margaret.
Luego de este conflicto, para pagar sus deudas Margaret decide que lo mejor que puede hacer es vender la virginidad de su hija menor Lucy (Eloise Smyth) como ya había hecho con su hija mayor Charlotte (Jessica Brown Findlay), quien está posicionada como una mujer codiciada y debe decidir si dejar que un hombre de alta alcurnia la compre o seguir por otro camino.

Un mundo no tan visto

La serie, en cuanto al diseño de arte, se presenta de época de muy buena forma, mientras que a través de la música se añade un costado moderno que contrasta al mejor estilo «María Antonieta» de Sofía Coppola.
La oferta y la demanda sexual, el destino de las mujeres que atraviesan la serie, la competencia, la posición dentro de los burdeles y los códigos oscuros y sucios del negocio y la época en cuestión hacen a una serie muy interesante para aprender de un mundo no tan visto en las más populares.