Hora de volver

Desde el inicio de la guerra en Siria, millones de desplazados y refugiados se han movilizado por el país y por el mundo. Más de 7 millones de desplazados internos en Siria han podido escapar por lo menos del asedio del Estado Islámico (ISIS), pero otros millones han huido a países cercanos.
Podemos citar al Líbano como el gran receptor de refugiados. En un país de 4 millones de habitantes, 1.500.000 de personas han ingresado a territorio libanés para generar una superpoblación que excede los servicios básicos de la nación. La salud, educación y el mismo sistema laboral se vieron sobrepasados en todas sus dimensiones. En Turquía la cantidad de refugiados supera el medio millón y en Jordania sucede algo parecido: hay alrededor de 400 mil. En este «reparto» de desplazados Europa solo recibió un total de 200 mi personas.

Un cuarto de la población

Solo al comparar las extensiones podemos ver que en un territorio más chico que la provincia de Tucumán ha recibido un cuarto de su población. Por eso, la Unión Europea esta semana decidió dar apoyo económico al Líbano para sobrellevar una situación que está desgastando a la nación.
Por otro lado, Donald Trump emitió algunas polémicas declaraciones (como siempre). «Que los inmigrantes se nacionalicen en los países donde se encuentran», manifestó el presidente de Estados Unidos. Contradictorias son las palabras del mandatario cuando él mismo está sacando a los mismos inmigrantes que viven en América del Norte. También las frases de Trump no van de la mano con la situación en Líbano, donde a los más del millón y medio de refugiados hay que agregarle los que ya están en el país.
De esta forma, el Líbano espera que una vez finalizado el conflicto en Siria los mismos refugiados regresen a sus hogares, como se estima que podría comenzar en los próximos meses y, así, la nación del cedro se vería beneficiada económicamente para reactivar su mercado interno. Según datos oficiales del gobierno sirio, más del 90% del territorio está en manos del ejército oficial, aunque la realidad es que el país yace en ruinas y tardarán aproximadamente 10 años en reconstruir todo.
Es una buena noticia que los refugiados puedan comenzar a regresar a sus hogares y que nuevamente puedan reconstruir su vida en su país. Esto traerá un poco de paz a la región y nuevos aires para una zona tan abatida por la guerra. Es un buen signo hacia el futuro para la región de Medio Oriente.