Huracán Schiaretti en Córdoba

En un 2019 electoral, Córdoba ofrecía el primer test fuerte para el Gobierno Nacional, que viene obteniendo magros resultados en lo que hace a gobernaciones y administraciones locales. Y Córdoba no fue la excepción. Justo la provincia que en 2015 contribuyó de manera decisiva a que Mauricio Macri llegara a la Casa Rosada.

Las ya conocidas desavenencias internas de la alianza Cambiemos afloraron con fuerza en la provincia mediterránea, en la que los dos partidos mayoritarios de la coalición (la Unión Cívica Radical y el PRO) concurrieron a los comicios a gobernador de manera dividida.

Esto le dejó la mesa servida al peronismo que, de la mano de Juan Schiaretti, se alzó con un triunfo arrollador y de paso permitió que este partido recuperara la intendencia de la capital provincial. Al frente de la agrupación Hacemos por Córdoba, quien fuera aliado del fallecido José Manuel De la Sota, alcanzó el 54% de los votos, muy lejos del 17,8 de Mario Negri, postulante de Córdoba Cambia y del 10,9 de Ramón Mestre, candidato radical.

En lo que hace a números, Schiaretti recibió el respaldo de casi un millón cien mil cordobeses, Negri 357 mil y Mestre 220 mil votos. Aurelio García Elorrio (Encuentro Vecinal Córdoba) quedó en cuarto lugar y obtuvo una segunda banca en la Legislatura unicameral con el 3,71% de los sufragios. Liliana Olivero, con el FIT, llegó al 2,60 por ciento. Ese espacio perdió dos legisladores y se quedó con solo una banca. Por su parte, el MST encabezado por Luciana Echevarría, alcanzó el 1,44 por ciento de los votos y le permitió ingresar al parlamento provincial.

«No nos dieron la suma del poder público»

Al dar su discurso tras conocer su victoria, el reelecto gobernador remarcó el triunfo en la ciudad capital, en la que volverá a gobernar el peronismo tras 43 años. «Estoy seguro que Martín Llaryola va a hacer una gran gestión a favor de esta querida ciudad capital», afirmó Schiaretti.

«Hemos obtenido la mayor diferencia desde la vuelta de la democracia», señaló el Gobernador, pero sostuvo que ese hecho «ni por asomo nos hará caer en ninguna arbitrariedad, ni nos hará creer que nos dieron la suma del poder público ni que tenemos la verdad en nuestras manos. Este triunfo nos impulsa a ser como siempre fuimos».

«La característica de nuestra coalición es que cuida a Córdoba y a los cordobeses y los peronistas que formamos parte. Somos y pertenecemos al peronismo federal, republicano y democrático, porque estamos convencidos de que no habrá república en la Argentina sin el peronismo, y no habrá futuro para el peronismo en la Argentina si no es republicano», manifestó.

Por otra parte, el reelecto mandatario señaló que la grieta sirve para ganar elecciones pero no para gobernar y reafirmó la pertenencia del PJ cordobés a Alternativa Federal (AF), el espacio creado en 2018 junto a Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey y Miguel Ángel Pichetto.

Igualmente, el Gobernador subrayó que «Córdoba ha demostrado que puede votar un intendente, un gobernador o un presidente de partidos distintos» y evitó traspolar el resultado provincial a las elecciones presidenciales. Al respecto, señaló que «esta fue una elección municipal y provincial que nada tiene que ver con las elecciones nacionales. Es apresurado sacar conclusiones nacionales sobre la base de los resultados de Córdoba».

Finalmente, Schiaretti indicó que su gobierno «cumple sus compromisos». «Córdoba siempre pagó sus deudas, nunca defaulteó, ni cuando el país estaba en default», remarcó.

Una elección provincial

Al reconocer el triunfo de Schiaretti, el postulante radical Ramón Mestre felicitó al peronista por el triunfo y agradeció el respaldo que recibió en las urnas, aunque no fue suficiente para triunfar. Mestre remarcó que la elección está «vinculada ciento por ciento» a la «provincia» y así buscó desvincular los comicios de la situación nacional. Además, se manifestó respecto del quiebre de Cambiemos en la provincia e indicó que sabía de las «asimetrías y dificultades». En ese sentido, sostuvo que pese a las rispideces la coalición se armó en la provincia como un «proyecto que nos enorgullece porque es cordobés».

En una clara autocrítica, Mestre señaló: «Me hago cargo. Me hago cargo acá, en mi provincia, en mi ciudad, de todo lo que ha pasado, de lo que no supimos consensuar. Y, ¿saben qué? También me hago cargo y pido disculpas».

«Desde Córdoba, desde la UCR, intentamos a través de lo que en democracia es la herramienta para seleccionar los candidatos, la democracia interna. Pero como ustedes saben, no nos dejaron llevar adelante nuestras acciones», señaló, y mencionó la difícil situación económica nacional como una de las causas para la derrota. «A todo esto se le suma la difícil situación que vive el país y que eso también impacta. Estamos en tiempos en que necesitamos fortalecer el diálogo, tender puentes, dejar atrás las diferencias, las antinomias y buscar la unidad nacional y que la celeste y blanca flamee junto a la roja y blanca, bien, pero bien alto de nuestra querida Argentina», afirmó.

Por su parte, Mario Negri reconoció «el respaldo de los cordobeses» a Schiaretti y subrayó que pese a «mis diferencias, no voy a desconocer el mensaje de las urnas». Negri indicó que «seguiremos trabajando por una provincia más segura, más justa y defendiendo la calidad institucional».
«Nunca le pedí ayuda al Gobierno Nacional» para la campaña, señaló Negri, y aclaró que tras los comicios «hay que hablar mucho» al interior de Cambiemos. «Nosotros no tenemos nada que pedirle ni agradecerle al Gobierno Nacional, no hemos sido los candidatos del Gobierno. Lamentamos que los tres partidos de Cambiemos hayan ido fragmentados», precisó.

Por último, Negri señaló: «No se discute el resultado electoral, las derrotas se asumen, no se lamentan. Sabíamos de la dificultad, hemos saludado a quienes ganaron. Está claro el tipo de campaña que hicimos, procuramos decir la verdad de lo que pensamos».