La dimensión fantástica del duelo

“Piedra Noche”, la nueva película de Iván Fund, se presenta en la 36° edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata dentro de la Competencia Latinoamericana.

En este film acompañamos al matrimonio de Bruno (Marcelo Subiotto) y Greta (Mara Bestelli), quienes viven en una casa frente al mar junto con su pequeño hijo Denis (Jeremías Kuharo). Una noche de apagón en el pueblo, Denis desaparece y, pasados unos cuantos meses, Bruno y Greta deciden vender la casa. Para ayudarlos a vaciarla llega Sina (Maricel Álvarez), una amiga de Greta de toda la vida que funcionará las veces de sostén de la realidad y punto de vista del espectador, mientras quienes se encuentran en pleno duelo van atravesando diferentes y sutiles transformaciones.

La película se corre de la mayoría de las de duelo que podemos encontrar desde su forma de encarar el relato: los diálogos son escasos, mínimos y muchas veces “irrelevantes”. Las emociones están bastante contenidas y es en la representación de una cotidianidad enrarecida en donde se perciben las marcas de la tragedia, acercándose cada vez más a un registro surrealista y fantástico.

Todo lo que no está dicho en palabras está minuciosamente construido en imágenes y en sonidos. A partir de la composición de planos y el trabajo del diseño sonoro, se termina de crear el mundo particular en el que se desarrolla “Piedra Noche”.

Esta búsqueda de construcción del relato más desde lo que se sugiere que desde lo que se dice (o se muestra) puede generar que se sientan “baches” en la historia, que nos desoriente un poco y que, acostumbrados a transitar las escenas a partir de los diálogos de los personajes, sea fácil dispersarse y perder “el hilo” del film. Teniendo en cuenta estas particularidades, tomo esta película como una invitación a recorrer otra forma de contar audiovisualmente, que nos exige atención pero nos deja también suficiente espacio como espectadores para terminar de armar la historia como más nos guste.