La fe reposada

“El viento que arrasa” es una nueva incursión de la directora Paula Hernández en el mundo de las filiaciones familiares, a diferencia de “Las siamesas” (su película anterior).

El vínculo en esta se da entre un pastor (un enorme Alfredo Castro) y su hija de 18 años. Ella es Leni (una maravillosa Almudena González), además de hija y asistente de su padre, es un ser atravesado por ese límite entre la niñez y la juventud donde el descubrimiento de otros mundos y el cuestionamiento comienzan a aflorar.

Durante el discurrir nómades de sus vidas: ir de pueblo en pueblo llevando la palabra de Dios, ambos quedan varados en un camino entre localidades cerca de las fronteras entre Paraguay, Argentina y Brasil. Lo que nace como una road movie clásica de personalidades enfrentadas puestas a pruebas, se transforma en un reposo de movimientos, más no de un conflicto en ciernes. El pastor y Leni se cruzan con un mecánico y su hijo y, a diferencia de los primeros, ellos están detenidos por completo en el medio del campo, donde no tienen ningún tipo de contacto con otras personas. La irrupción de la fe en la personificación de este hombre propone una crisis de una estabilidad y de una pleitesía de Leni a su padre, algo más endeble.

La película ofrece nuevos desafíos para Hernández, en especial desde la estrategia visual, la cual coquetea con el terror y ese borde sobrenatural marcado por lo místico. Puede advertirse en un comienzo furioso de un exorcismo iluminado con un halo angelical y en la escena de la oveja hacia el final. La directora vuelve a probar y a jugársela en un coqueteo con los convencionalismos genéricos para narrar un vínculo particular y nuevo para su filmografía.

“El viento que arrasa” de Paula Hernández cuenta con las actuaciones de Alfredo Castro, Almudena González, Sergi López y Joaquín Acebo y puede verse este sábado 4 a las 18:30 horas en la Sala Aldrey 4 dentro del marco del 38° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.