Películas fuera de la industria

Dentro de la Programación del 38° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, se presenta la sección «Érase una vez en Georgia», programada por el director y guionista Alexandre Koberidze («What Do We See When We Look at the Sky?», 2021). Conversamos con él sobre este programa que cuenta con tres películas: «Great Green Valley» de Merab Kokochashvili, «Love at First Sight» de Rezo Esadze y «The Georgian Chronicle of the 19th Century» de Aleksandre Rekhviashvili.

¿Esta es la primera vez que trabajás como programador?

«Esta es mi primera vez programando largometrajes, pero empecé a hacerlo hace dos años cuando seleccioné algunos cortometrajes para un festival de cine en Italia. Creo que realmente me gusta hacerlo, planeo hacerlo más.»

¿Cómo pensaste esta selección?

¿Qué querías mostrar de Georgia y qué crees que va a pasar con nuestra audiencia al respecto?

«No fue fácil seleccionar solo tres películas, porque hay muchas que son muy buenas e interesantes. Es diferente para mí porque programar no es mi profesión, entonces, cuando pienso en programar no pienso en una gran audiencia, sino que pienso en ‘amigos’, qué le mostraría a gente que aprecio. Estuve aquí el año pasado y conocí gente muy agradable, así que pensé en qué les mostraría a ellos.»

Para nosotros es muy importante el apoyo del Estado para que los cineastas puedan realizar sus películas.

¿Cómo es hacer películas en Georgia?

«Es una gran pregunta, difícil de responder en poco tiempo, pero voy a intentar. Georgia es un país muy pequeño, tiene alrededor de tres millones y medio de habitantes, es como Buenos Aires quizás, o como Uruguay, entonces en parte es más fácil que en países mucho más grandes, pero también nos cuesta mucho porque sabemos que podemos producir pocos filmes, quizás unos cuatro o cinco cada año, entonces es muy competitivo entre cineastas. Hay solo una institución de financiación de películas, así que creo que el futuro será sobre cómo aprender a hacer películas por fuera de la industria, como tener pequeñas productoras y ser un poco más underground.»