Es notable cómo desde una premisa bien preconfigurada se pueden desarrollar un abanico de historias bien diferentes. El caso del “despertar adolescente” o coming of age genera la posibilidad de inocularle severas capas a una idea primaria sobre “crecer en cámara”.
Es de esta forma que “Alemania” (ópera prima de María Zanetti) surca con gracia la faena de patear bien lejos el estereotipo de la joven rebalsada de conflictos, y lo hace narrando con una sentida dosis autobiográfica, atravesada por el tamiz de una serie de situaciones dramáticas acerca de una joven estudiante, Lola (Maite Aguilar), impulsada por el vector de irse a un viaje de intercambio a Alemania. En su contra está el duro trastorno de bipolaridad sufrido por su hermana mayor (Miranda de la Serna), la cual afecta a la dinámica familiar, y todo esto en el medio de la crisis de la década del 90, otro de los obstáculos puestos en el camino de Lola.
La mayor virtud de Zanetti está en el uso del punto de vista, porque todo ocurre frente a los ojos de Lola, nunca dos personajes están solos en un plano sin que ella esté presente o que al menos vea los hechos ubicada desde una distancia. Es así que algunas discusiones y charlas las tenemos en partes o difusas, ya que adoptamos como espectadores su misma perspectiva. Más allá de no perder de eje nunca este concepto, la directora se prende al virtuosismo con composiciones de gran destreza, por ejemplo, en el uso de las ventanas y de los colores en ciertos espacios, como en el de la galería Bond Street. En consonancia con la representación de época, tal espacio de la Ciudad de Buenos Aires se ve con la misma aura de los 90, casi como albergue de ciertas “tribus” en aquellos tiempos, pero hoy relegado casi como un lugar sostenido por la nostalgia.
La representación del personaje de la hermana es fragmentaria, y su razón de ser está en un tránsito que es largo porque requiere de mucho más que una elipsis para pensar la salud mental. En esa lucha se percibe que, a diferencia de Lola, su personaje no puede tener un final feliz o triste, es tan simple y complejo como lo es la continuidad de una vida. La presencia en ausencia en el audio con el que cierra la película tiene un poder significativo tan potente como muchas de las canciones del rock nacional, que aquí suena en los créditos al igual que varias producciones argentinas recientes, en un acto que podría leerse como reivindicatorio o azaroso, lo importante es que queda impregnado en las películas para la posteridad.
“Alemania” de María Zanetti cuenta con las actuaciones de Maite Aguilar, Miranda De la Serna, Walter Jakob, María Ucedo, Andy Pruss, Gala Gutman y Vicky Peña.
