Macri dio un giro y le pegaron

Tras conocerse el ajustado triunfo de su delfín y ahora sucesor en la Jefatura de Gobierno porteña, Mauricio Macri dio un discurso en el que quedó claro su lanzamiento presidencial. No solo obvió el resultado porteño sino que se mostró muy cercano a varias medidas tomadas por el gobierno nacional, aunque prometió mejorarlas y hacerlas más eficientes.

De entrada convocó a sus militantes a continuar en el camino hacia la presidencia. «Denme la mano y vayamos juntos a construir la Argentina que soñamos. Hoy más que nunca. Ahora más juntos que nunca. ¡Vamos Argentina!», exclamó el líder del PRO. Seguido a estas palabras continuó con la mención de varias medidas y decisiones del kirchnerismo, las que apoyó y prometió que serán mantenidas en una eventual presidencia suya. «Tenemos que reconocer que se han hecho avances importantes en los que no vamos a dar marcha atrás», señaló Macri y precisó que la Asignación Universal por Hijo «es un derecho, no un regalo que alguien dio y otro puede sacar».

Dos de las estatizaciones más importantes de esta época fueron refrendadas por el actual Jefe de Gobierno porteño. Con respecto a Aerolíneas Argentinas, sostuvo que «se mantendrá en el Estado, pero administrado de manera eficiente», en un intento por darle un toque propio de diferenciación. YPF también quedará en manos del Estado pero prometió que será eficiente en materia energética, y dijo que ambas empresas serán «bien administradas». También remarcó que se va «a trabajar desde el Congreso para que tenga continuidad en los futuros gobiernos».

Macri tampoco se privó de pegarle a las administraciones nacionales anteriores y consideró que «durante décadas hemos vivido entre gobiernos irresponsables. Además, nos dicen que hay dos alternativas: privatizar mal como en los 90 o entrar en crisis como el 2000 y eso es falso».

Otra medida que prometió no modificar son las jubilaciones, que continuarán siendo manejadas por ANSES aunque «no será más una herramienta de la política partidaria, porque cada argentino merece una jubilación sin sufrir el apriete de un político». Además adelantó que combatirá la pobreza y consideró inadmisible que en Argentina «haya 14 millones de personas en situación de exclusión social», por eso afirmó que la lucha contra la exclusión será prioridad en su gestión.

Por otra parte, Macri criticó el manejo kirchnerista de la justicia y confió que a futuro «tengamos una justicia independiente, con jueces que fallan a favor de la ley y no por aprietes ni amiguismos de la política».

«Macri se dio vuelta»

El pronunciado giro del discurso macrista no pasó desapercibido para los dirigentes y funcionarios kirchneristas, que salieron en fila a pegarle el gobernante porteño.

Daniel Scioli, gobernador bonaerense y competidor de Macri en las PASO presidenciales de agosto, señaló que lo sorprendieron sus contradicciones y consideró que el ajustado triunfo de Horacio Rodríguez Larreta dejó «un sabor amargo en el PRO». «Lo que se transmitía era que iban a ganar por más de 10 puntos, y si uno suma los votos de Lousteau y los votos en blanco, ve que hay una posición muy crítica. Siento que los dejó con un sabor amargo, evidentemente, conociendo muy bien más allá de lo político, a las personas», precisó Scioli.

Además, el mandatario provincial se mostró sorprendido por el respaldo de Macri a medidas del gobierno nacional y remarcó que le llamó la atención «la contradicción del discurso de Macri. Ahora le gustan Aerolíneas e YPF estatales» cuando antes había criticado las decisiones de estatizarlas.

Finalmente, y respecto acerca de qué puede suceder en las presidenciales, Scioli dijo no saber «cómo va a influir este resultado a nivel nacional pero a Macri le costó ganar en su distrito».

Otro funcionario kirchnerista, Aníbal Fernández, jefe de Gabinete y precandidato a gobernador bonaerense, expresó que el resultado del ballotage es muy negativo para el PRO y que Macri «perdió las elecciones, lisa y llanamente» pese al triunfo de Larreta, ya que «no hay una sola provincia ni ciudad autónoma donde puedan decir que son una fuerza que gobiernen».

«¿Con qué va a competir en la candidatura a Presidente? El dominio inexpugnable del PRO ya no existe más, lo de ayer lo pone en una situación incómoda para alguien que quiere gobernar el país», afirmó Fernández. Por otra parte, el funcionario criticó la postura de los partidos de izquierda que al promover el voto en blanco ayudaron a la victoria de Larreta. «Tienen las convicciones de Marx, pero de Groucho: estos son mis principios; si no le gustan, tengo otros», sostuvo.

Respecto del apoyo y promesas de continuidad efectuadas por Macri de varias medidas del kirchnerismo, Fernández manifestó que «en líneas generales había comprendido que el Gobierno había hecho cosas buenas… fue la demostración acabada de rendición con las manos en la nuca del neoliberalismo o del conservadurismo que representa».

«Se dio vuelta como una media, fue una muestra de oportunismo químicamente pura que no suena bien para los votantes que quiere seducir ni para los que ya tenía conquistados», consideró el funcionario.

El socio contra Macri

El senador radical Ernesto Sanz, que competirá contra Mauricio Macri en las internas presidenciales de Cambiemos, dijo que el discurso estatista de Macri no lo sorprendió aunque habría que preguntarle por qué votó en contra de (la estatización) YPF y Aerolíneas».

Sanz consideró que el kirchnerismo «ha tenido aciertos y muchos errores», aunque subrayó que «hay herramientas estatales que tienen que ser bien administradas». Además, el precandidato justificó que el radicalismo había apoyado la estatización de YPF, Aerolíneas y de las AFJP. También, al hablar de las contradicciones de Macri, recordó que cuando era gobernador Néstor Kirchner apoyó las privatizaciones de los 90′.

Por otra parte, Sanz sostuvo que «era bueno para los porteños ir a segunda vuelta» y negó que el resultado ajustado perjudique la candidatura de Macri. «No lo afecta», afirmó y consideró que «hay un perdedor neto que es el gobierno».

Finalmente, y haciendo referencia a sus aspiraciones presidenciales, subrayó las equivocaciones de las encuestas y aunque relativizó los efectos que podría tener en su candidatura el triunfo de Lousteau, señaló que los sondeos previos «cada vez están pifiando más, espero el 9 de agosto muy entusiasmado».

«Sectarismo y soberbia»

El precandidato presidencial de UNA, Sergio Massa, dijo que la ajustada victoria del PRO en Buenos Aires fue por no tener «conciencia de que construir algo grande requiere de pluralidad, generosidad y humildad». Por el contrario, consideró que hubo «sectarismo y soberbia» y que «eso a la hora de ir a las urnas se paga». Respecto de las repercusiones del resultado porteño en el escenario nacional, el diputado dijo que «el escenario de despegue nacional de un sector de la oposición se diluyó ayer».

El líder del Frente Renovador dijo que «hace cuatro meses que en la cabeza de los que miran la política con atención se dice que la ciudad era el bastión del PRO y que el triunfo era un trámite que iba a impactar en la elección nacional». Sin embargo, «en Santa Fe ganó el socialismo, en Córdoba nosotros (por el triunfo de Juan Schiaretti, delfín de De la Sota) y en la Capital, donde iban a arrasar, eso no pasó», afirmó Massa.