En las próximas semanas, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) tendrá un notorio cambio en su colorido, ya que el Gobierno de la Ciudad (GCBA) comienza su plan de modernización y mejora del funcionamiento de los colectivos porteños.
Esta decisión durante la gestión de Jorge Macri como jefe de gobierno es consecuencia del traspaso de las 31 líneas de transporte público en el mes de septiembre. Además de las modificaciones estéticas, se implementarán medios de pago para los boletos, la incorporación de un sistema de sensores para evitar accidentes y el reemplazo de unidades que tengan más de una década de circulación (actualmente son 241 vehículos con esa antigüedad). «Es una gran oportunidad de gestión, para darle una mirada integral al sistema de transporte e incorporar formas de movilidad modernas. Es uno de los legados que puede dejar nuestra gestión», expresó Macri en conferencia de prensa.
Las líneas que recibirán estos cambios son las siguientes: 4, 6, 7, 12, 23, 25, 26, 34, 39, 42, 44, 47, 50, 61, 62, 64, 65, 68, 76, 84, 90, 99, 102, 106, 107, 108, 109, 115, 118, 132 y 151. Cabe mencionar que el plazo hasta su total implementación es de hasta 6 meses, y tendrán que sumar cámaras de seguridad conectadas al Centro de Monitoreo, conducción inteligente con Advanced Driver Assistance Systemas (ADAS) con Inteligencia Artificial, controles de alcoholemia y narcotest para los choferes, unidades que funcionen con sistema eléctrico para recorridos turísticos y fileteado para reforzar la identidad porteña.
«Cuando asumimos las nuevas competencias, también asumimos el compromiso de revisar el funcionamiento de las líneas de colectivo, y elevar la vara. Después de escuchar a los vecinos y hacer un análisis profundo de todo el sistema, decidimos modernizar y dar más seguridad en los colectivos que circulan exclusivamente por la Ciudad. Queremos que todos ellos viajen mejor», manifestó el mandatario durante el anuncio del Plan de Modernización y Seguridad para el transporte.
«Tomamos estas decisiones con planificación, estudios técnicos y en base a datos que son fundamentales para ganar eficiencia y dar sustentabilidad a todo el sistema. No vamos en piloto automático, nos desafiamos y evaluamos todo el tiempo para seguir mejorando y ser una ciudad más accesible, dinámica y sostenible», continuó. «La prioridad es construir un sistema de transporte a la altura de las grandes ciudades del mundo, con servicios de calidad que le den orgullo a los porteños».
