Mujeres contra sus propios derechos

La plataforma de streaming Hulu en su momento nos entregó el inicio de una serie magnífica como fue The Handmaid’s Tale (que, lamentablemente, luego deterioró su potencia tras la primera temporada), pero que marcó un punto fuerte respecto de las series y el abordaje del feminismo. En esta oportunidad, junto con FX, vuelven a entusiasmar con «Mrs. América», una miniserie de 9 episodios de los cuales hasta el momento solo se emitieron cuatro, que retoma los hechos que rodearon la Enmienda de Igualdad de Derechos en Estados Unidos durante los años 70′.

«Mrs. America» ​​cuenta la historia del movimiento feminista para ratificar la Enmienda de Igualdad de Derechos (ERA) y la inesperada reacción dirigida por una mujer conservadora llamada Phyllis Schlafly (protagonizada por la siempre impecable Cate Blanchett). A través de los ojos de las mujeres de la época, tanto Schlafly como las feministas de la segunda ola Gloria Steinem, Betty Friedan, Shirley Chisholm, Bella Abzug y Jill Ruckelshaus, la serie explora el campo de batalla político en sus múltiples dimensiones y puntos de vista y los componentes de las luchas culturales de la década que dieron origen a la Mayoría Moral.

Enmienda de Igualdad de Derechos

La serie comienza en 1971 en un evento de campaña del político republicano Philip Crane, donde Phyllis Schlafly desfila en traje de baño junto con otras esposas de los hombres del momento. Seguimos de cerca a esta mujer para darnos cuenta de su lucidez y su proyección política, que la encuentra de frente varias veces con situaciones de sexismo. A pesar de esto, cuando una amiga la alerta sobre el avance de la Enmienda de Igualdad de Derechos (ERA), entiende que debe oponerse para defender el rol de la mujer bajo valores conservadores y organiza un movimiento que cambia el rumbo de las cosas.

La ERA fue una enmienda propuesta a la Constitución de los Estados Unidos cuya búsqueda implica que «la igualdad de derechos ante la ley no puede ser negada ni restringida por los Estados Unidos o por ningún Estado por motivos de sexo». Tiene una historia muy particular, y es que desde 1923 hasta la actualidad, casi un siglo después, no pudo ser ratificada y aún no forma parte de su Constitución.

La misma fue redactada por Alice Paul y Crystal Eastman y presentada en el Congreso en diciembre de 1923 sin ningún tipo de éxito. En el año 1971 (en donde se sitúa la serie) Martha Griffiths volvió a presentarla y tuvo un avance importante, fue aprobada, pero debía ser ratificada por 38 Estados antes de 1982 para que se incluyera en la Constitución. Pese a esto, la fuerza contraria en parte encarnada en Phyllis Schlafly con su movilización de las mujeres conservadoras lograron que no prosperara.

En el año 2017 Nevada se convirtió en el primer Estado en ratificar la ERA después de la expiración de ambos plazos, y en 2018 le siguió Illinois, el Estado número 37 de los 38 necesarios. Luego de eso, Virginia y Arkansas intentaron dar el último paso pero fracasaron.

Feminismos y oposiciones

«Mrs. América» construye una mirada amplia de los feminismos tanto como las oposiciones. Desde el vamos no cae ante la posibilidad de simplificar la trama en «conservadoras malas versus feministas buenas» ni mucho menos, sino todo lo contrario. Recoge las contradicciones y fisuras humanas y políticas a nivel individual y colectivo. Claro que tiene un punto de vista definido notablemente en favor de la igualdad de género. Las ideas de similitud con The Handmaid’s Tale, pese a ser dos series muy diferentes, surge de un aire que comparten el personaje de Phyllis con el de Serena Joy.

Del lado de las feministas tenemos personajes claves de la historia como Gloria Steinem (interpretada por Rose Byrne), Bella Abzug (Margo Martindale), Jill Ruckelshaus (Elizabeth Banks) y Betty Friedan (Tracey Ullman), que se encontraban en plena campaña acompañando a Shirley Chisholm (Uzo Aduba), la primera afroamericana en candidatearse por la presidencia y la primera mujer en competir por la candidatura dentro del Partido Demócrata. Dentro de «Mrs. América» los debates internos del feminismo se dan en torno al poder real o el poder simbólico y lo que están dispuestas o no a resignar en pos de distintas estrategias, entre otros conflictos lógicos, que se dan a pesar de que se encuentren unidas por sus convicciones.

Por el costado de las conservadoras, Phyllis Schlafly vive en la sonrisa rígida que reproduce Cate Blanchett, un personaje que demuestra con mayor claridad el cinismo frente al grupo de mujeres que la siguen, algunas con un miedo genuino producto de la desinformación y la manipulación, y otras con objetivos más oscuros. En definitiva, «Mrs. América» cuenta la historia de un grupo de mujeres que lucharon en contra de sus propios derechos… y ganaron.