Oceanía pone primera

Las uniones de rugby de Nueva Zelanda y Australia anunciaron la creación de torneos locales en sus respectivos países tras los anuncios gubernamentales que permiten retomar, en un futuro, los entrenamientos grupales. Una vez que los jugadores estén a punto, comenzarán las competencias con partidos a puertas cerradas.

En la tierra de All Blacks se determinó que en los primeros días de julio se iniciaría el «Investec Super Rugby Aotearoa» donde Crusaders, Blues, Chiefs, Highlanders y Hurricanes se enfrentarán a lo largo de 10 fechas con partidos ida y vuelta. Rugby de élite y en estado puro.

Mark Robinson, presidente ejecutivo de New Zealand Rugby, subrayó: «Si bien queremos ver nuestro juego en funcionamiento lo antes posible, no tomaremos decisiones que pongan en riesgo a nadie». De la misma manera, se encuentran trabajando para la organización de los prestigiosos torneos provinciales de la isla: Mitre 10 Cup y Farah Palmer Cup.

Australia también anunció una competición local que comenzaría en julio con las 4 franquicias de Super Rugby (Reds, Rebels, Waratahs y Brumbies) y Western Force. El torneo durará 10 semanas con partidos de ida y vuelta entre los competidores.

Brumbies, puntero de la conferencia australiana, será la primera franquicia que comience con los entrenamientos en su país. Esto se da luego de que el gobierno anunció una serie de medidas que alivian las restricciones impuestas a causa de la pandemia de COVID-19.

SAANZAR, ente que regula Super Rugby y Rugby Championship, comunicó que ambos torneos continuarán con su formato habitual en los próximos años y desechan, de esta manera, una serie de rumores que implicaban cambios en las competencias.

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