Redes opositoras

Las cuentas de Twitter de los dirigentes y legisladores opositores fueron el vehículo elegido para cuestionar el paquete de medidas anunciado por el Gobierno.

Las principales críticas se centraron en el carácter electoralista, cortoplacista y tardío de las medidas. Además, coincidieron en que «no solucionan nada» y son «parches» que no mejorarán la situación económica de la Argentina.

Felipe Solá, diputado nacional de Red por Argentina, se manifestó «de acuerdo con cualquier medida que alivie el bolsillo de la gente», aunque señaló que «el cortoplacismo de estos muchachos mete miedo», y consideró que «el verdadero alivio llega el 10 de diciembre», en referencia a un eventual cambio de gobierno nacional. Además, en declaraciones radiales afirmó que «el Gobierno apuesta a tener dos meses con una baja en la inflación, como apuesta es pobrísima».

En sintonía con Solá, Sergio Massa señaló que «las medidas llegan tarde, pero son un pequeño alivio. El gran alivio será cuando, con el voto, podamos cambiar este gobierno y poner a Argentina de pie». El presidente del Partido Justicialista, José Luis Gioja, escribió: «Congelamiento de precios pero permitieron un aumento previo de entre 70 y 90% a la carne y pollo. No más subas de energía cuando ya subió más de 1.600%. Relanzan Procrear pero necesitás sueldo de $120.000». El cierre fue en el mismo sentido: «Manotazos (inútiles) de ahogados. Ya sabemos cómo termina esto».

En un comunicado, Gioja dijo que las medidas «son insuficientes, extemporáneas y demuestran que hay insensibilidad frente al desastre económico en la que está sumida su gestión». El jefe del bloque de diputados de Unidad Ciudadana, Agustín Rossi, sentenció: «Están fundiendo el auto y te anuncian que le cambiaron las gomas. No recomponen ingresos. No hay medidas para reactivar la economía. No hay soluciones para la mayoría. Siguen un manual que no sirve y hasta eso quemaron. Es la admisión del fracaso», expresó.

Por su parte Axel Kicillof, diputado Nacional del FpV y exministro de Economía con Cristina Fernández de Kirchner, cuestionó que «si el congelamiento es útil, ¿por qué esperaron a que se produjera este desastre?» y advirtió que «estarán sellando su fracaso».

Desde el Frente de Izquierda, el diputado Nicolás Del Caño comparó a Mauricio Macri con Fernando De La Rúa: «Un mensaje de un Macri cada vez más parecido a De La Rúa. Las medidas son parches para intentar llegar a octubre. Hay que poner fin a la Argentina del FMI, Macri y los gobernadores e imponer una salida favorable a las mayorías populares».

El precandidato a gobernador bonaerense por el FIT, Néstor Pitrola, sostuvo que «si la inflación es el síntoma, expresa la gravedad de la enfermedad… las medidas del gobierno no son ni aspirinas». «Los ministros salieron a bancar la impotencia de Macri. El recalentado y fracasado plan de Precios Cuidados, créditos a jubilados que no pueden devolver (con su plata del ANSES), tarifazo del gas en cuotas. Fuera el régimen de hambre del FMI», escribió Pitrola en Twitter.

El diputado nacional y jefe del bloque del Movimiento Evita, Leonardo Grosso, opinó que «el Presidente anuncia medidas que duran hasta octubre para que lo voten y después seguir aumentando todo. Más caradura no se consigue». El dirigente social Juan Grabois sostuvo que el anuncio tiene una «naturaleza política para mostrar preocupación por la situación, una especie de kirchnerismo tardío, poco sincero y mal hecho».

Poco respaldo oficialista

Desde el oficialismo, una de las pocas voces que respaldó los anuncios estuvo a cargo del jefe del interbloque de diputados de Cambiemos, Mario Negri, quien afirmó que «los anuncios del Gobierno Nacional son positivos y traen alivio a los argentinos frente a los efectos colaterales de la inflación y los problemas fiscales». Además, mediante su cuenta de Twitter, le pidió al mandatario cordobés Juan Schiaretti, con quien competirá en las elecciones del 12 de mayo, que «se sume a ellos y no aumente más los servicios que dependen de la provincia como la boleta de EPEC».

Karina Banfi, diputada nacional radical, destacó la decisión del Gobierno Nacional y resaltó la importancia de «los acuerdos de precios con los supermercados y con todo el sistema de producción de alimentos básicos» y consideró que «no es un congelamiento sino de un trabajo y un proceso de negociación porque no se trata de imponer sino de acordar». «Es importante destacar que siempre hemos tenido la misma conducta de apertura al diálogo con todos los sectores: no es una decisión unilateral del Presidente», afirmó Banfi.

La palabra discordante dentro de la Unión Cívica Radical (UCR) estuvo nuevamente en boca de Ricardo Alfonsín, quien señaló que «si el Gobierno hubiera advertido al inicio que el esfuerzo, además de compartido, debe ser equitativo y que, para ello, hace falta política además de mercado, estas medidas serían innecesarias y muchas penas se hubieran evitado».