Santa sanata

Este jueves 6 de septiembre se estrena en salas de cine una nueva película alrededor del universo que empezó «El Conjuro» en 2013. Se trata de «La Monja II», esta vez en 1956 en Francia, donde un sacerdote muere y la hermana Irene (Taissa Farmiga) debe completar lo que parecía resuelto en «La Monja». El demonio sigue en la Tierra y está buscando algo.

50 años nos separan de «El Exorcista» de William Friedkin. Cuánto queda de ese padre Karras, medio siglo después, en los protagonistas de «La Monja II». En este estreno, el Diablo ya no es una fuerza que perturba la profundidad del espíritu, que entiende el terror del humano terrenal. Estamos frente algo más cercano a un villano con superpoderes.

Las reglas de la naturaleza chocan con otras bastante endebles de este mundo sobrenatural. ¿Alcanza con esconderse detrás de una pared para engañar al mismísimo Diablo? Necesitamos que el demonio tenga cada vez más poder y sea cada vez más invencible, pero también necesitamos que la heroína de la historia sea una monja sin mucho más que un rosario. De pronto, una reliquia religiosa funciona como una Gema del Infinito del mundo de Marvel.

Se distancian de cualquier gesto de profundidad o complejidad en virtud de resultados pirotécnicos, jumpscares y resoluciones sacadas de la galera.

Jonas Bloquet repite su papel de Frenchie en «La Monja», Storm Reid («The Last of Us», «The Suicide Squad») es una joven sin fe en los milagros, Anna Popplewell (“Cuento de hadas”, “Las crónicas de Narnia”) es la maestra de una escuela para niñas y Bonnie Aarons vuelve a ser “La Monja”. Estos son algunos de los nombres que componen el cuadro de personajes. Michael Chaves (“The Conjuring: The Devil Made Me Do It”) dirige a partir de un guion de Ian Goldberg y Richard Naing (“Eli”, “The Autopsy of Jane Doe”) y Akela Cooper (“M3GAN”, “Malignant”), con una historia de Cooper basada en personajes creados por James Wan y Gary Dauberman.