Se puede despedir

Tal como lo había anunciado el presidente Mauricio Macri, vetó la recién sancionada ley de emergencia ocupacional, comúnmente denominada «antidespidos». Al argumentar la decisión, el mandatario sostuvo que «para mí, es una ley antiempleo y contra los argentinos».
El anuncio tuvo lugar en un acto desarrollado en la avícola Cresta Roja y, durante el mismo, Macri expresó que «en uso de esta facultad constitucional que tengo, voy a vetar la ley que para mí es antiempleo, es una ley contra los argentinos, una ley que demuestra que no confiamos en nuestro futuro».
Además, el Jefe de Estado criticó a los legisladores opositores que impulsaron la norma, ya que manifestó que la misma «traerá más pobreza» y dijo que se aprobó porque «tienen miedo que podamos ejercer la libertad de decidir».
Por otra parte, aseguró que «hemos heredado una situación difícil, cinco años sin generar empleo de calidad. Lo bueno es que empezamos a regar esta plantita que se llama confianza para que, a medida vaya creciendo, vaya generando más entusiasmo».
En esa línea, el Presidente indicó que «no les voy a mentir, me comprometí a decirles la verdad. Yo no vine acá para hacer lo que me conviene, sino para que los argentinos tengan una nueva oportunidad», y expresó que «tenemos que ser inteligentes, estar juntos, creer en nosotros porque somos gente capaz, el mundo nos ha abierto una puerta y digámosle (sic): ‘Acá estamos, bienvenidos, confiamos en nosotros mismos'».
En compañía de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, el mandatario apuntó contra sus antecesores, «aquellos que nos gobernaron hasta hace poco», porque «proponen leyes que congelan el empleo, cepos al trabajo, sin importarles todos aquellos que trabajan en negro o no tienen trabajo, sin importar que esa ley va a traerles más pobreza». También sostuvo que el kirchnerismo promovía esa ley porque «aquellos que están en la pobreza son más fáciles de manipular, de someter» y «queriendo trabar ese progreso, proponen leyes que apuntan a que no podamos avanzar». Al profundizar los cuestionamientos Macri dijo que la oposición «quiere que le vaya mal a este gobierno, sin importarle que con eso le va mal a todos los argentinos, a los bonaerenses, a los trabajadores de Cresta Roja».
Al respecto, Macri indicó que «lo peor es que hoy podemos ver en nuestro celular testimonios de la expresidenta, del exjefe de Gabinete diciendo que estas leyes son malas, hace solo un par de años o meses. Ellos decían que este tipo de leyes no son buenas para el progreso. ¿Y qué pasa ahora? ¿Por qué la impulsan? Porque desde la política nos quieren poner palos en la rueda. No quieren que tengamos estas nuevas oportunidades».

La ley en detalle

La ley que hizo que Macri estrenara la facultad constitucional de vetar una norma preveía la suspensión de despidos por 180 días y establecía la doble indemnización cuando se echara a un trabajador. La sanción contó con el respaldo de 147 diputados del Frente para la Victoria, del PJ y del Frente Renovador; la abstención de los 88 de Cambiemos y tres votos en contra. La postura de los legisladores massistas fue de apoyar la ley tras admitir que no había posibilidad de debatir su dictamen que incorporaba beneficios fiscales para las PyMES.
El presidente del interbloque Cambiemos, el radical Mario Negri, señaló que la ley «no va a resolver el problema del desempleo» y señaló que hay que «tomar alguna referencia porque no es proporción la medida con la dimensión del problema». Su par del FPV, Héctor Recalde, afirmó que «hay muchos despidos y esto (la ley) tiene que ser un mensaje», y sostuvo que «si el Presidente la veta va a existir otro veto: es el veto de los trabajadores».
Por su parte, la legisladora del FR, Graciela Caamaño, consideró que la sesión legislativa fue «una sesión testimonial» porque «se va a votar una mala ley y mañana (por hoy) va a estar vetada», pero remarcó que Macri «debió haber mantenido un respetuoso silencio» respecto de su intención de vetar la norma.
El presidente del bloque Justicialista, Oscar Romero, en tanto, pidió al mandatario que «piense que muchos trabajadores han perdido el empleo y seguramente muchos lo habrán votado y otros no, pero son trabajadores», ante la postura presidencial de vetar la norma.
Por otro lado, el radical Luis Petri (UCR) acusó al kirchnerismo de buscar «desestabilizar social y económicamente al gobierno de Cambiemos porque quiere que le vaya mal”, a la vez que criticó que desde el FpV «hablan livianamente de ola de desocupación y se paran en la puerta del correo para contar los telegramas».
Desde el FR, Marco Lavagna señaló que «si bien es cierto que no es una mega ola de despidos, hubo tantas suspensiones como en todo el año de 2015», lo que significa que estamos en «una antesala de un problema que se va agravando y tenemos que tomar medidas».
El diputado de la Coalición Cívica, Fernando Sánchez, a la vez que cuestionó al FpV manifestó que «es peor el dictamen del Frente Renovador, es de una peligrosa especulación política porque contiene lo malo del Frente para Victoria y agrega algunos aspectos que se podrían haber trabajado bien».
En cambio, Daniel Lipovetzky (PRO) dijo que la ley «tiene vicios de inconstitucionalidad» y consideró que con la misma «no vamos a ayudar a nadie porque el trabajador que es despedido y que va a reclamar ser reincorporado se va a enfrentar a un debate constitucional y no se va a lograr el objetivo».
El socialismo y la Izquierda apuntaron contra el presidente para evitar el veto. Alicia Ciciliani (PS) pidió al Presidente que «respete» las instituciones y sostuvo que «esta no es una ley del Frente para la Victoria, es una ley que surgió de todas las centrales sindicales». El diputado del FIT, Néstor Pitrola, dijo que «hoy tenemos la penosa tarea de debatir una ley que va al cadalso del veto presidencial directamente» y subrayó que «hay un ajuste cuya cara más brutal son los despidos».
Sin embargo, las recomendaciones, pedidos y alertas no cambiaron la decisión presidencial y el veto resultó una realidad. Las centrales gremiales, tanto las tres CGT como las dos CTA, habían amenazado con tomar medidas como convocar a un paro general en caso de que el Presidente vetara la Ley Antidespidos. Ante el hecho consumado habrá que ver qué respuesta dan.