Secuelas económicas de la dictadura

El gobierno de Paraguay anunció públicamente que no se hará responsable de la deuda de 85 millones de dólares a nueve bancos suizos, por lo cual expresó que no pagará los costes del empréstito realizado durante la dictadura de Alfredo Stroessner que, si se suman los intereses correspondientes, tiene como resultado un importe de 180 millones de dólares.

Alfredo Stroessner
Alfredo Stroessner

Los préstamos datan de los años 1986 y 1987, efectuados por el cónsul argentino Gustavo Gramont Berres quien, a través de documentación falsificada, obtuvo el dinero del banco suizo Overland Trust de Ginebra para instalar dos fábricas, proyecto que nunca fue aprobado por el congreso. Posteriormente, el 31 de mayo de 2005, una decena de entidades financieras suizas tomaron la posta del desaparecido banco y lograron que un tribunal condene a Paraguay a saldar dicha deuda. De todas formas, el gobierno manifestó que no se hará cargo del asunto: «Si tenemos que litigar lo haremos con un equipo de primera, prefiero pagar al mejor abogado que pagar la deuda, y si es necesario vamos a La Haya a pelear como gato panza arriba», dijo el procurador general de la República, Roberto Moreno. Además, a fines del año pasado el gobierno emitió un decreto por el cual creó un nuevo equipo de profesionales para hacer frente a la demanda contra el Estado.
Asimismo, esta disputa tiene un motivo en paralelo: liberar reservas de 5.000 millones de dólares que Paraguay posee en una cuenta en Basilea y que, al estar congeladas, no generan intereses y se convierten en pérdidas constantes para su economía y anulan todo tipo de proyecciones.