Sesán, Manzone y sus cortometrajes

En el marco del Festival Internacional de Cine de Puerto Madryn (MAFICI) se presentaron los cortometrajes «Pequeña» de Paula Manzone y Paula Morel, y «Los áridos» de Jorge Sesán, y pudimos charlar con ambos sobre sus producciones y la participación en un festival online.

Jorge Sesán es reconocido en nuestro cine como actor desde su participación en «Pizza, birra, faso» (Bruno Stagnaro, 1998), «Okupas» (escrita y dirigida también por Stagnaro en el 2000), «La araña vampiro» (Gabriel Medina, 2012) y muchos otros títulos más. En esta ocasión lo conocemos como director con «Los áridos», un cortometraje de diez minutos en el que un hombre y una mujer emprenden un recorrido a pie por el desierto argentino con un objetivo que desconocemos pero que nos llena de intriga hasta su salvaje final.

Los cortometrajes tienen muchísimo menos tiempo que las películas para desenvolver sus historias. Sobre esto, Jorge nos cuenta que «eso es un desafío, poder contar una historia contundente en menos minutos. Fuimos a lo concreto, reescribir sobre lo justo y necesario sin que el corto tenga elementos de más».

Por otra parte, surge pensar después de tantos años de trabajo en otra áreas del cine como la actuación o en el departamento de arte, cuánto de todo eso había sido determinante a la hora de dirigir «Los áridos», sobre lo cual nos contó: «Intento volcar eso recordando las experiencias en distintos rodajes y las buenas o malas decisiones que se fueron tomando. Uno aprende mucho también sobre cómo no haría las cosas, entonces hay situaciones en rodaje que quizás no sabés como resolverlas pero sí por dónde no encararlas», y citó un ejemplo del rodaje de este corto en el que tenían que filmar una situación que se daba en el río arriba de un bote y, una vez que llegaron y observaron la dificultad de hacerlo, pudieron cambiar la escena para evitarlo.

Paula Manzone, por su lado, codirige junto a Paula Morel un cortometraje que se titula «Pequeña» y que cuenta sobre una mujer que va con su beba a la casa de Cristina, su madre, a cuidarla porque tiene Alzheimer. Una gran confusión de roles invade a Cristina y, entre su enfermedad y el puerperio de Paula, se convoca a la resignificación del vínculo e invitan a repensar los lazos familiares. «Siempre mi motivación para escribir fue actuar y en este corto en particular se sumó la maternidad, las dos directoras estábamos con bebés y esa situación nos llevó a imaginar y escribir y nos mandábamos escenas desde el celular mientras dábamos la teta, así escribimos», revela.

Además, conversamos al respecto de la dosificación de la información en los cortometrajes y la necesidad de que la información no sobre y tenga claridad. «Nosotras sentimos que hicimos un recorrido de lectura y reescritura y que hasta en edición sacamos escenas que nos parecía que nos sobraban y sabíamos qué queríamos decir sobre los vínculos pero no sabíamos cómo terminaba. Me acuerdo que una noche, sin dormir, la llamé a Paula a la madrugada y le dije que tenía el final. Esas cosas pasan y después en el hacer mismo te vas dando cuenta cómo armarlo».

Festival online

En cuanto a la experiencia de presentarse en un festival online en el contexto de pandemia, Jorge afirma que «me llena de felicidad, quiero felicitar al festival que justo en este momento decidieron hacerlo de todas formas y que generen espacios para proyectos como el nuestro que son independientes y que por ahí les cuesta mucho buscar lugares para ser visibilizados. Es una de las cosas más óptimas que me están pasando en esta cuarentena». Asimismo, Paula nos dice que «la verdad es que yo no conocía este mundo, solas junto con Paula Morel nos anotamos en festivales. La verdad que está buenísimo y, a su vez, no puedo estar en la sala viendo lo que le pasa a la gente que lo ve, pero también llegan comentarios por las redes sociales».