Terror con acento australiano

La conocida actriz Miranda Otto («El Señor de los Anillos», «La Delgada Línea Roja», la serie «Homeland», entre otras) incursiona en el terreno de la producción por primera vez con «Háblame» («Talk to Me»), reservándose uno de los personajes del film: la madre de Jade y de Riley, quienes conforman junto a Mia, una especie de familia afectiva por elección.

Mia perdió a su madre en circunstancias poco claras y, al parecer, bastante traumáticas. Esta sensación de vacío se potencia cuando un grupo de amigos se reúne para intentar contactar a espíritus desconocidos a través de un amuleto (una mano de cerámica) que actúa de puente entre vivos y muertos.

Dos son las consignas que permitirán este cruce: «Háblame» es lo que cada participante de este juego (¿?) deberá decir a viva voz, y «entra en mí» la segunda.

Lo que sucede a continuación constituye una experiencia muy efectiva en la materia y que encaminará a Mia hacia el sentido de su búsqueda, a tal punto, que involucra a un menor de edad en una encrucijada de la que parece no haber retorno.

Esta ópera prima de los hermanos Philippou (Danny Michael) plantea una eficaz metáfora que camina en paralelo con la historia real y que, claro está, se develará al final del film.

Sophie Wilde en su rol de Mia despliega una convincente actuación de ese ser desvalido y desorientado, mientras que el resto del elenco es ajustado a estos requerimientos de género.

La edición es otro plato fuerte de este convite, a la vez que el sonido resulta ajustado y funcional.