«El éxito de una empresa ya no se medirá por la cantidad de gente que tenga sino por cuánto cuida a sus clientes». Así es como el Presidente de la República del Perú resume en gran parte los nuevos tiempos que se vienen pos pandemia COVID-19 y que deja grandes lecciones a nivel socioeconómico en todo el mundo.
Perú se prepara para dejar una primera etapa de 42 días de confinamiento para empezar una nueva fase de cuarentena que permitirá reactivar la economía en algunos sectores.
La brecha digital, en un país donde aún hay analfabetismo tradicional y que exige hoy una educación de calidad utilizando herramientas productivas con el uso de internet, hicieron que el gobierno peruano invierta en más de 860 mil tablets para niñas y niños de zonas alejadas, rurales y de extrema pobreza, y así no tener esa desventaja eterna que se tiene con Lima, la capital, y ciudades urbanas. La escolaridad fue suspendida de manera indefinida, por lo que una capacitación docente y adecuar el dictado de clases de forma remota generan un esfuerzo por parte del Estado. Es importante indicar que estas tablets tendrán internet permanente de manera satelital y cuentan con cargador solar.
La unión y conexión entre entidades de salud que actuaban como islas es otro gran avance para el país, pues instituciones como Essalud (seguro para trabajadores dependientes), Seguro Integral de Salud (SIS), hospitales y clínicas privadas, hospitales de la Policía y Fuerzas Armadas, tienen como misión desde hoy y siempre enlazar datos de todos los peruanos, historial clínico y, sobre todo, atender sin miramientos ni discriminación por afiliación a ninguna persona peruana o extranjera que necesite atención médica.
Más alcance de beneficios
El gobierno anunció como últimas acciones de ayuda y subvención tras la cuarentena una suma de 760 soles (220 dólares) a más de un millón de agricultores y sus familias, además de liberar los Fondos de Pensiones hasta 2.000 soles (600 dólares) de todos los peruanos. Esto último es vital, pues hasta hace 2 semanas solo podían hacerlo los que habían estado desempleados los últimos 6 meses y ahora este beneficio alcanza a todos.
La emisión de 3.000 millones de dólares en bonos (deuda externa) para tener mayor liquidez fue un éxito. Perú cuenta con 70.000 millones de dólares de reserva, sin embargo, se ejecutó esta venta de bonos soberanos para afianzar algunos programas sociales. La demanda superó las expectativas por la confianza hacia nuestro país en materia fiscal. El mundo nos quiso comprar 8 veces más (24 millones de dólares). Como explica la ministra de Economía, María Antonieta Alva, esta venta es como haber salido a la calle a a que nos presten 100 dólares y te ofrezcan 800 dólares.
Por último, el Fondo Mi Vivienda, programa con el que el Estado permite que compres una casa o departamento con un mínimo de ahorro como garantía, eliminó este requisito indispensable, por lo que miles de peruanos podrán hacerse de las próximas 90 mil casas sin necesidad de demostrar su cuenta bancaria, fundamental para dinamizar la inversión y trabajo para el sector construcción, uno de los mas golpeados por el confinamiento.
Quizás la lista de lecciones sea más larga y cada país, de acuerdo a su realidad, saque provecho de ellas más que otros, lo cierto es que prima la unión de las naciones de la región, fortaleciendo lazos comerciales y cerrando filas en el cuidado de su naturaleza y productos. Somos la despensa del mundo y, ante estas eventualidades similares a la de una guerra, se paralizan las sociedades y urge una alianza preferencial de toda Sudamérica.
Ahora nos toca ser mejores, más humanos y conscientes de que no somos los únicos que habitan este planeta, pero sí lo que más debemos cuidarlo.
Artículo elaborado especialmente para puntocero por Jaime William Mostacero Baca.