Trayectoria «millonaria»

La futbolista Victoria Costa habló con Punto Aparte acerca de cómo llegó a River Plate, club con el que se mantiene invicta en la Zona B en el torneo de futbol femenino.

Comenzó a patear la pelota a los cuatro años rodeada de compañeros hombres en las escuelas, siempre era la única mujer. “Cuando yo era chiquita, a mi mamá no le gustaba mucho que yo jugara al fútbol porque era la única nena que siempre jugaba. Todas mis amigas jugaban al hockey, yo también jugaba al hockey o a cualquier deporte, pero para mí el fútbol siempre fue lo que más se destacó y tenía buena relación con los profesores, entonces yo les decía que me avisaran un rato antes para que llame a mi mamá para poder secarme eso (barro en las zapatillas) y que pareciera que no estaba jugando”, confesó la deportista.

Su historia sigue con un viaje a Panamá en 2010, donde se quedó a vivir por un año y medio debido al trabajo de su padre. “El futbol femenino en Panamá tampoco era conocido, menos que acá. Era hasta más mal visto que acá. También me tocó ser la única chica jugando en Panamá hasta que en mi colegio empezaron a ver que siempre jugaba con los chicos, incentivé a los profesores de Educación Física a que formaran un equipo femenino y que, si algunas chicas querían jugar, que se sumen y que se animen a jugar porque podían. Y así fue como un poco se empezaron a formar un par de torneos, de chicos obviamente, intercolegiales, para que las chicas que querían jugar puedan jugar”, declaró la jugadora.

No obstante, Victoria consiguió una beca deportiva con la que se fue a Estados Unidos, sola. “A mis papás obviamente les costó bastante por el hecho de que solo tenía 12 años, cuando fui lo pensaba todo como un juego. Como era chica, realmente no pensaba que me estaba separando de mis papás, la verdad es que siempre estuvieron muy presentes en todos lados donde yo me fui. Entonces es como que nunca me sentía sola, creo que eso me ayudó un montón a independizarme, y a estar donde estoy hoy en día”.

En Norteamérica vivió otras experiencias como, por ejemplo, pertenecer a un equipo de fútbol femenino donde, por primera vez, jugaba con otras chicas.

¿Cómo es el fútbol femenino en Estados Unidos?

“La gran diferencia es que en Estados Unidos ya desde muy chiquita te incentivan, no pasa nada si querés jugar al fútbol siendo mujer. No es como que es un tabú o un problema, nada que ver. Incentivan a las chicas a jugar y le dan las mismas posibilidades desde chiquitas a tener esas herramientas para formarse. Entonces creo que cuando yo fui a Estados Unidos era como otro mundo, por el hecho de las cosas que tenía, cosas que vos decís que no pueden faltar para poder formarte y para poder llegar donde querés llegar en un par de años, que es jugar profesionalmente.”

Luego de seis años en aquel país y que el inglés se convierta en su primer idioma, Victoria decidió darle un giro rotundo a su vida y se fue a probar al Rayo Vallecano B en Madrid, España. Estuvo poco tiempo, ya que la citaron para presentarse en la selección para el Sudamericano Sub-20, y luego se contactó con Daniel Reyes. Así llegó a ser una de las goleadoras actuales de River.

A pesar de no haber vivido tantos años en su país natal, al preguntarle por una canción, elije el Himno Nacional. “Para mí Argentina en sí significa muchísimo, y sea donde sea, escucho el himno y a mí me emociona, entonces creo que me describiría o me daría toda la fuerza que necesito para afrontar todo lo que tengo que afrontar”.

Sin embargo, la «Millonaria» se destaca en otros deportes. “En cualquiera siempre me fue bastante bien y de chica jugaba al hockey, al tenis, hacía atletismo, a veces me ponía a jugar al rugby con los chicos, cualquier cosa me gusta. A mí me sacás de los deportes y lado artístico no tengo. Soy de madera”.

Por otro lado, la atleta está en la carrera de Gestión Deportiva en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y en sus tiempos libres elige seguir mirando partidos de fútbol. Es fanática del deporte en cualquier momento de su día.

Para finalizar, Vicky les dejó un mensaje a las chicas que quieran jugar al fútbol. “No bajen los brazos y siempre sigan luchando por lo que quieran lograr, creo que hoy en día a muchas de nosotras lo que nos destaca es la lucha que tuvimos desde muy chicas y que todavía la venimos luchando para poder conseguir todo lo que queremos, así que mi consejo sería que nunca dejen de luchar y que siempre sueñen en grande».