Un nuevo capítulo

Platense venció a Godoy Cruz y enfrentará en la final de la Copa de la Liga a Rosario Central, que hizo lo propio con River Plate. Ambos equipos se impusieron por penales y con sus respectivos arqueros como figuras.

No es ninguna novedad decir que la carrera profesional de Martín Palermo es digna de una serie de varias temporadas o de un film bastante extenso, donde se mezclan la gloria, algún que otro traspié, situaciones insólitas y mucha emoción. Una vez más, el «Titán» dio la nota. En este caso como entrenador, llevó a Platense a la final de la Copa de la Liga.

El «Calamar» se armó para esta temporada con el objetivo de no perder la categoría. De menor a mayor, el elenco de Vicente López pudo esquivar el descenso y se animó a soñar a lo grande. En la última fecha de la fase regular pudo meterse entre los mejores ocho. En cuartos, dejó en el camino a Huracán por penales en Salta.

La semifinal fue contra Godoy Cruz, uno de los mejores equipos del año con varios puntos altos como Hernán López o Tadeo Allende. La palabra «imposible» parece no ser conocida por Vicente López y mucho tiene que ver Palermo, quien llenó de confianza a sus jugadores para ilusionarse siempre con algo más.

La cita fue en San Nicolás, bien al norte de la provincia de Buenos Aires. Ambos equipos protagonizaron un partido parejo que terminó igualado en un tanto. Ronaldo Martínez adelantó a Platense, pero Salomón Rodríguez empató rápidamente para los mendocinos. La historia se definió desde los 12 pasos.

La definición por penales fue infartante y tuvo como héroe a Ramiro Macagno, uno de Platense, quien desvió cuatro remates rivales. La historia terminó 6-5 para el «Marrón», que alcanzó su primera final en la máxima categoría, sueña de la mano de Palermo y con un grupo de jugadores que da cátedra de sacrificio partido tras partido.

En Córdoba, Rosario Central dejó en el camino a River Plate, también por penales y con una actuación superlativa de Jorge Braun. El guardameta del elenco rosarino le contuvo los disparos a Enzo Díaz, Gonzalo Martínez y Agustín Palavecino. En tanto, Manuel Lanzini desvió el suyo.

Maximiliano Lovera e Ignacio Malcorra convirtieron sus respectivos penales para establecer el 2-0 final, una serie con un resultado realmente inédito.