Estaba catalogada como una oportunidad histórica. Y así lo fue, aún con todas las imperfecciones y fallas que pueda haber tenido.
Por primera vez, y tras un trabajo de más de un año, se pudo realizar en nuestro país un debate presidencial con vistas a los comicios del 25 de octubre de este año.
Como ya lo había anunciado el candidato con mayores posibilidades de quedarse con la presidencia, Daniel Scioli (Frente para la Victoria) no estuvo presente en la Facultad de Derecho de la UBA donde se desarrolló el evento. Y los demás candidatos, en mayor o menor medida, le dirigieron sus críticas por esta ausencia. Los cuestionamientos fueron desde las dudas planteadas por Mauricio Macri (Cambiemos) sobre quién gobernaría en caso de ser electo Scioli, hasta el pedido de Sergio Massa (Frente Renovador) de hacer silencio cuando le hubiera tocado preguntarle al candidato oficialista. Sin duda, un gran golpe de efecto del líder del partido.
Un gran spot publicitario
En lo que hace al intercambio de ideas, presentación de propuestas o cómo llevarlas a cabo quedó en deuda el debate. Un poco por las reglas consensuadas para el desarrollo del mismo, que no permitía repreguntas ni interrupciones, y otro por el acartonamiento que presentaron los candidatos que utilizaron sus tiempos para exponer slogans, frases y promesas muy similares a las que uno puede escuchar en las propagandas televisivas.
El debate estaba armado sobre cuatro bloques en los que se habló sobre los siguientes temas: desarrollo económico y humano, educación e infancia, seguridad y derechos humanos, y fortalecimiento democrático.
Desarrollo económico y humano
Tal como lo había establecido el sorteo, comenzó Mauricio Macri, quien señaló que «hablar de desarrollo es hablar de los bolsones de pobreza que hay en el país, que el Gobierno quiere ocultar» y dijo que su objetivo es lograr «Pobreza Cero con igualdad de oportunidades». Para eso señaló la necesidad de generar empleo mediante «el plan de infraestructura más importante de la historia que va a dinamitar nuestras economías regionales, va a bajar la inflación a un dígito y el empleo en negro». Finalmente, dijo que dará un millón de créditos hipotecarios a quienes alquilan.
Posteriormente, Margarita Stolbizer (Frente Progresistas) dijo que «el desarrollo es progreso e igualdad más un Estado fuerte que permita acceso a bienes para vivir con dignidad». Las críticas al kirchnerismo se centraron en las malas condiciones de vida de muchos argentinos. «Se gastaron todo el dinero, nos dejaron inflación, precariedad. La mitad de los hogares no tenía cloacas cuando asumió este Gobierno y hoy la misma cantidad sigue en esa situación. La base del desarrollo es el empleo. Vamos a re-contratar a los técnicos echados del INDEC para tener estadísticas fiables. Vamos a impulsar inversiones con un Estado inteligente. Nos diferencia el modelo de desarrollo, donde damos importancia a los bienes naturales», sostuvo la aspirante de Progresistas.
La pobreza fue el tópico de Adolfo Rodríguez Saá (Compromiso Federal) en este bloque. Al respecto, el puntano detalló que «hay 12 millones de pobres y es un problema gravísimo. Hay que erradicar la pobreza y transformar» esos pobres «en ciudadanos dignos en un país digno. Tenemos que lograr que tenga pleno empleo». Para lograr este objetivo hay que «poner en marcha el inmenso aparato productivo que tenemos. El agro, la agricultura y la ganadería. El complejo alimentario, las llamadas economías regionales, la lechería, está todo en crisis casi terminal. Si le sacamos las retenciones vamos a tener pleno empleo y erradicaremos la pobreza».
El tigrense Sergio Massa remarcó que «la Argentina no es el desastre que dicen algunos ni la fiesta que dicen otros», y sostuvo que los fracasos «tienen que ver con la falta de políticas a largo plazo». Además, elogió a su plantel económico y señaló que con Roberto Lavagna a la cabeza es «un equipo de profesionales de primer nivel que garantizan el buen rumbo».
Para dinamizar la economía, el candidato del Frente Renovador dijo que hay que inyectar dinero «que hoy está en el sistema financiero» para dar créditos «para la primera vivienda». Para generar empleo para un millón de jóvenes se va a «tender un puente con las Pymes». Por último, dijo que va a «bajar el 30% la carga impositiva, eliminando el impuesto a las ganancias y las retenciones».
El candidato del Frente de Izquierda, Nicolás del Caño, se presentó como el único candidato que no propone recetas de ajuste, con lo que buscó diferenciarse del resto de los aspirantes a la presidencia. Al respecto, señaló que «más allá de lo que aquí hoy se diga, los equipos de Scioli, Macri y Massa apuntan a un ajuste contra el pueblo trabajador», y destacó que «no hacemos promesas de ocasión, planteamos algo claro, el salario mínimo tiene que ser igual a la canasta familiar».
Además, dijo que se dará el «82% móvil a los jubilados» y que «a los 4.000 terratenientes queremos decirles que esas tierras tienen que ser estatizadas. Hay tres millones de familias en déficit habitacional, el FIT es el único que quiere que la crisis no la paguen los trabajadores».
Educación
Esta vez la primera fue Margarita Stolbizer, quien señaló que «los países que miran al futuro lo hacen alimentando a sus hijos y educándolos». Para mejorar la educación propuso «cambiar en los contenidos curriculares. Necesitamos darle al docente una mejor formación y pagar más. Para que no sea un mero transmisor de conocimiento. Pretendemos de la escuela que prepare para el mundo de trabajo». En caso de llegar a la primera magistratura, Stolbizer adelantó que convocará a «un gran pacto por defensa de la educación pública, de ahí todos entramos y salimos más iguales».
El avance tecnológico fue lo que remarcó en su exposición Rodríguez Saá. «Hoy desde muy chico se tiene acceso a medios de comunicación que le dan una información del mundo muy completa. Acceso a una computadora e internet que le permite vivir un mundo, acceder a una biblioteca enorme de aprendizaje. La escuela debe amoldarse a esta nueva circunstancia», sostuvo el candidato. También defendió la educación gratuita, laica, estatal y digital y respecto de esto último sostuvo que tiene «relación con la pobreza», ya que un chico no calificado no puede trabajar.
Massa también destacó la importancia del conocimiento para el desarrollo y afirmó que su programa educativo incluye «9.000 millones de dólares en el desarrollo infantil», con una «jornada extendida desde los 3 años». Su plan educativo tiene tres pilares: «presentismo, evaluación y capacitación docente».
Las críticas al estado del sistema educativo estuvieron por cuenta de Del Caño, quien afirmó que «la educación pública se encuentra en una grave situación, esta se debe a que están fracasando las políticas del gobierno en poner parches a las políticas neoliberales de los 90». Las propuestas del FIT son «jornada extendida en todo el país con más vacantes, con más generaciones de cargos docentes». Por otra parte, cuestionó a Scioli, Macri y Massa por atacar a los docentes. «Para nosotros trabajan mucho más que en el aula. En situaciones de violencia, pobreza. Por eso proponemos que el salario del cargo inicial cubra el costo de la canasta. La Argentina tiene recursos de sobra». Respecto de los problemas, Del Caño mencionó que «en la Ciudad de Buenos Aires lejos estamos de que la educación esté en buen estado. El ultimo año fue el presupuesto más bajo. Faltan vacantes de los jardines».
En defensa de su gestión, Macri afirmó que «hemos hecho muchas reformas que permitieron mejorar la calidad. Hemos tomado como modelos lo que hizo Ecuador y Finlandia. ¿Cuál es tu modelo en esta meta que es tener la mejor educación pública de América?». En la Ciudad de Buenos Aires «el proceso arranca a los 45 días, por eso ya hicimos los centros de primera infancia en la ciudad, para que todas las madres y padres cuando salen a trabajar, dejan su hijo y saben que el proceso de crecimiento va bien», dijo el candidato de Cambiemos.
En un refuerzo de su candidatura, Macri sostuvo que la reforma en la educación «la podemos hacer porque ya lo hicimos en la Ciudad. La calidad comenzó a mejorar después de años de decadencia en el país. Hay que darles el lugar que necesitan los docentes y abrir las herramientas de capacitación, y tiene que ser evaluado como hicimos en Buenos Aires. Además destacó la importancia de la tecnología para «levar la escuela al siglo 21, computadora en primer grado y diseños de innovación al secundario porque nuestros jóvenes se tienen que preparar para crear los trabajos del futuro».
Seguridad y derechos humanos
El primero en exponer fue Nicolás del Caño. El tema del aborto fue el inicial y se mostró a «favor de que el aborto sea legal y gratuito y seguro. Es un derecho de las mujeres. Los candidatos piden mano dura pero no podrían existir redes de trata sin garantías de las mafias policiales». Por otra parte, criticó las iniciativas de mano dura y sostuvo que «el derecho a la protesta permite garantizar derechos. Lo que plantea Massa es terrible para la Argentina: es llevar al ejército a los barrios pobres. Una irresponsabilidad absoluta».
Asimismo, Rodríguez Saá anunció que va a mandar al Congreso una ley para crear un organismo capacitado para combatir el narcotráfico para que deje de ser un azote en el país. «El narcotráfico tiene armas muy poderosas. Tenemos que preparar una fuerza altamente capacitada», expresó el puntano.
Por su parte, Sergio Massa señaló que su proyecto de Código Penal «exige perpetua para los narcotraficantes y femicidas. Diez años de condena deben ser diez años de cárcel. Queremos juzgados y fiscalías especializadas en la lucha contra el narcotráfico». En oposición a Del Caño, sostuvo que «para enfrentar a un ejército como el narcotráfico no me va a temblar el pulso para convocar a las fuerzas armadas. Ni para pedirles asistencia logística y sanitaria en los barrios de Rosario».
El Jefe de Gobierno porteño aseguró que su gestión «es la que más viviendas construyó a pesar de la discriminación del gobierno nacional. Además empezamos a urbanizar. Estamos avanzando. Esto significa dar agua corriente, cloacas, centros de salud. Lo que queremos hacer en todo el país lo hicimos en el sur. Hay mucho para crecer y para hacer. Sabemos cómo hacerlo».
Del lado de Stolbizer la postura de enfrentar al delito fue diferente. En ese sentido, la candidata sostuvo que «planteamos una perspectiva distinta del delito. Si miramos a las víctimas aumentaron. Miremos ahí y vamos a erradicar las causas del delito. No vamos a tener seguridad si no erradicamos la corrupción». Además, responsabilizó por el crecimiento del delito a «la maraña mafiosa entre los sectores judiciales, policiales y políticos». Al respecto, aseguró que «no hubo otro gobierno tan involucrado en la droga».
También afirmó que «no hay duda de que hay incremento de la violencia que tiene que ver con la droga. Nos llama la atención que se exacerban los casos en otros lugares pero en la provincia vemos cómo el consumo de paco subió al doble. Cuando se plantea despenalización, hay que racionalizar las drogas más peligrosas como el paco».
Fortalecimiento democrático
El último bloque fue abierto por Rodríguez Saá, quien señaló que «el fortalecimiento institucional y democrático» tiene que ver con «la reforma política». Sobre este tema consideró que todos los candidatos deben comprometerse a que no vuelva a suceder lo ocurrido en Tucumán, ya que «cuando los presidentes de mesa adulteran el resultado, cuando el Correo Argentino cambia el resultado y nada de eso es fraude, es un descrédito a la democracia». Además, sostuvo que hay que ir al voto, a la boleta única y al voto electrónico. También dijo que ninguno de los candidatos llegará a la presidencia con mayoría, por lo que propuso que para cubrir las vacantes en la Corte Suprema habría que «hacer un acuerdo patriótico para elegir en los dos cargos a las mejores personas».
Sergio Massa dijo que «ninguna democracia es una democracia completa cuando es una democracia manchada por corrupción» y pidió autarquía económico-financiera para el Poder Judicial. Esos cambios incluyen «un Consejo de la Magistratura equilibrado, un acuerdo para sacarle la mano de la política y terminar con la justicia militante, que tanto daño le hace a la credibilidad».
En el orden de la credibilidad institucional reclamó «devolverle credibilidad al INDEC con su autonomía y el control parlamentario. Devolverle credibilidad al Banco Central. Pero lo fundamental es la reforma en el sistema penal de corrupción en la Argentina». En ese sentido, reclamó «imprescriptibilidad de los delitos de corrupción, para que el que roba en el Estado pueda ser juzgado hasta el día que se muere». Por último se comprometió que si llega a la presidencia «quiero que cada argentino sepa que el que tenga que ir preso va a ir preso, se llame como se llame y haya ocupado el cargo que haya ocupado».
Por su parte, Mauricio Macri también defendió la boleta electrónica, ya que «significa un sistema electoral transparente». También pidió que todas las elecciones se realicen unificadas el mismo día. «Este papelón del 2015 de todos de campaña permanentemente, en vez de trabajar en la cantidad de problemas que tiene nuestra gente, es inaceptable», argumentó.
Macri también apuntó contra las reelecciones indefinidas y en consonancia con Massa sostuvo que «tenemos que tener una justicia verdaderamente independiente, que si quiere investigar el Ejecutivo colabore, lleve los papeles y permita que trabajen. Yo no voy a poner ni sacar jueces a mi antojo. Y creo también que es fundamental que tengamos un Estado transparente, gobierno abierto, información disponible».
Finalmente, dijo que hay que revalorizar el empleo público y consideró que el actual gobierno transformó al Estado «en un aguantadero de La Cámpora y de la política. Eso no construye. El gobierno, que se ha pasado hablando de la calidad y la importancia del Estado, es el que nos ha dejado más indefensos frente al narcotráfico, frente a la pobreza, frente a la falta de estadísticas».
Margarita Stolbizer inició su exposición preguntándose acerca de la democracia que tenemos «con 12 millones de pobres, el 40% de los trabajadores en situación de precariedad, un gobierno que no acepta los fallos de la Justicia y que tiene un vicepresidente procesado por coimero. Esa democracia tenemos que fortalecer, claro que sí: es bastante débil nuestra democracia. Pero la democracia no es solamente votar de vez en cuando. La democracia, por sobre todas las cosas, es garantizar derechos, y para eso necesitamos también una Justicia que actúe de manera independiente, que resuelva sus tres principales problemas, que son la falta de agilidad, la eficacia y la credibilidad».
También señaló que «hace falta una Justicia que garantice el acceso a los derechos, sobre todo a aquellas personas que han sido vulneradas en sus derechos; una Justicia que haga respetar el funcionamiento de las instituciones, y una Justicia que garantice la no impunidad». En ese sentido, dijo que es firmante de muchas iniciativas para mejorar la transparencia: «Ley de acceso a la información pública, ley de reglamentación de los lobbies, fideicomiso ciego para que los funcionarios no puedan aprovecharse de la información de privilegio con la que cuentan, ley de ética pública», y afirmó que si es gobierno «voy a poner todos los organismos de control en manos de la oposición, para que me miren, me controlen, sepan lo que hago, cómo me comporto». En este punto criticó a sus competidores por la presidencia y expresó que «me toca en esta oportunidad competir con candidatos a los que no les cierran los números en su declaración jurada. La verdad es que soy denunciante de la causa más importante que hoy incomoda al poder, y creo que la lucha contra la corrupción no puede ser una lucha meramente retórica ni abstracta. Tiene que haber un compromiso de conducta más que las leyes que podamos sancionar».
El último orador de este histórico debate fue Nicolas Del Caño. El candidato del FIT dijo que «el escándalo del fraude en Tucumán al que asistimos fue denunciado en primera instancia por el Frente de Izquierda cuando denunció la ley de acoples, que fue utilizada no solamente por el oficialismo sino también por la oposición, es decir, también por las fuerzas políticas de los candidatos que están aquí hoy. Esto mismo está sucediendo hoy en Jujuy. El oficialista Fellner, como el opositor Gerardo Morales, llevan decenas de colectoras».
Del Caño señaló que su partido lucha «por una democracia muy superior a la que tenemos hoy, que se limita a dejarnos votar cada dos o cuatro años. Queremos la elección directa de los jueces; queremos que todos los funcionarios políticos ganen lo mismo que lo que gana un trabajador, y esto lo planteamos como proyectos en la Cámara de Diputados, en las Legislaturas. Y hoy un diputado cobra más de 55.000 pesos; hay intendentes que cobran 120.000 pesos. Creemos que primero hay que plantear esta medida y hacerlo con el ejemplo» y precisó que los legisladores del FIT «cobramos lo mismo que lo que cobra una maestra, y el resto de la dieta la destinamos a aportar a la lucha de los trabajadores». «Nuestro compromiso es acompañar la lucha de los trabajadores, del pueblo, y planteamos que estas medidas pueden ser un avance para la democratización, pero justamente por lo que nosotros luchamos es por una democracia muy superior a la que hoy tenemos», sostuvo Nicolás Del Caño.
El primero de ¿varios?
Como dijeron los moderadores, luego de un arduo camino se llegó al primer debate presidencial. Que fue imperfecto, que tuvo ausencias. La principal fue la del candidato oficialista. Pero también hubo ausencia de las moderadoras mujeres, supuestamente por decisión de los medios donde se desempeñan. Sin embargo, esto no debería apartarnos de este camino. Las normas, escritas o no, se pueden perfeccionar y llevarlas lo más cercano a su ideal. Nos debemos muchas cosas para perfeccionar la democracia y el sistema político en Argentina. Un debate presidencial (y también en otros niveles de la administración) es una de ellas. Ojalá que este debate haya sido solo el primero de una hecho que se nos haga costumbre.