El Comité Nobel de Noruega premió con el Nobel de la Paz al Cuarteto de Diálogo Nacional Tunecino por «su decisiva contribución a la construcción de una democracia plural en Túnez tras la Revolución de los Jazmines en 2011».
El Cuarteto del Diálogo Nacional Tunecino es una asociación civil por el diálogo que está integrada por el Sindicato General de Trabajo de Túnez (UGTT, por sus siglas en francés); la Confederación de Industria, Comercio y Artesanías (UTICA); la Liga de Derechos Humanos de Túnez (LTDH) y la Orden de Abogados de Túnez.
La presidente del comité, Kaci Kullmann, señaló que «estas organizaciones representan distintos sectores y valores de la sociedad tunecina. Con esa base, el Cuarteto ejercitó su rol como mediador y fuerza convocante para avanzar en el desarrollo pacífico en el país africano con una gran autoridad moral».
La entrega del premio al Cuarteto, y no a las entidades que lo conforman de forma individual, por parte del Comité de Nobel fue para remarcar la labor unificada que desarrollan para fortalecer la democracia en el país tras la Revolución de los Jazmines.
Esta revolución fue el proceso que, en 2010, dio comienzo a la «Primavera Árabe» y, tras meses de protestas, provocó la caída del gobierno de Zine El Abidine Ben Ali, quien llevaba 24 años al frente del país norafricano.
Posteriormente, en enero de 2011, el gobierno quedó en manos del partido islamista Ennahda, que polarizó las posiciones dentro del país y que derivó en el asesinato del político progresista Mohamed Brahmi, en julio de 2013. Este crimen originó una serie de protestas y actos de violencia a lo largo de Túnez, sumado a la falta de diálogo entre el gobierno representado por Ennahda y la oposición de orientación laica. En ese momento el Cuarteto dio inicio a su tarea con el objetivo de acercar las partes y destrabar el proceso iniciado a principios de 2011. Como consecuencia, mientras en el resto de los países donde tuvo lugar la «Primavera» el clima social ha descendido hacia serios problemas de violencia y caos, en Túnez el proceso ha sido pacífico y democrático.
Al respecto, Kullmann precisó que «un factor esencial para la culminación de la Revolución de los Jazmines de forma pacífica con las elecciones realizadas el año pasado fue el esfuerzo realizado por el Cuarteto para apoyar el trabajo de la asamblea constituyente y asegurar la aprobación del proceso constitucional a través de toda la población del país».
«Más que nada, el premio pretende ser un estímulo para el pueblo tunecino, que pese a los grandes desafíos ha establecido las bases para una fraternidad nacional que el comité espera sirva como ejemplo a seguir por otros países», expresó Kullmann.
Con esta decisión de la Academia sueca, atrás quedaron las candidaturas del papa Francisco, la canciller Angela Merkel y la organización de la ONU para los refugiados (ACNUR), entre otros. La elección resultó sorpresiva, ya que los tunecinos no figuraban entre los favoritos.