Este jueves llega a los cines argentinos «Puan», la película dirigida por María Alché («Familia Sumergida», 2018) y Benjamín Naishtat («Rojo», 2018; «El movimiento», 2015; «Historia del miedo», 2014). Ambos vienen del reciente Festival de San Sebastián con dos premios bajo el brazo: mejor guion para ellos y mejor interpretación protagonista para Marcelo Subiotto, además del anuncio de ser la película elegida por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina como nuestra representante en los premios Goya 2024.
La cátedra de Filosofía Política queda acéfala ante el fallecimiento de su titular y Marcelo (Subiotto), quien dedicó su vida a la enseñanza en la Universidad de Buenos Aires UBA), se encuentra de forma abrupta y casi involuntaria con un duelo por tomar ese lugar, debiendo solapar o postergar de alguna manera su aflicción por la muerte de su padre académico y amigo.
Mientras el cuerpo docente intenta avanzar con el cuatrimestre, la aparición de Rafael (Leonardo Sbaraglia) en la sede Puan, apura el proceso del concurso y obliga a Marcelo a espabilar, ¿por qué no estaba preparado para el momento de aspirar a «algo más»? Esa pregunta despierta, además, un vórtice interno sobre sus propios deseos.
La película trae una mirada hacia Puan compartida entre la parodia, el cariño y el reconocimiento. La lucidez de Alché y Naishtat implica, asimismo, una construcción contextual que avanza sigilosamente como subtrama y que, una vez resuelta la peripecia del héroe, nos ofrece una epifanía. Un vistazo hacia un futuro que puede ser distópico o que puede ser el que nos espera, fuertemente conmovedor en el mes político de su estreno.