Una tarifa de barrio

Los aumentos en las tarifas de luz y gas pusieron en alerta a las humildes instituciones culturales y deportivas que afrontan grandes dificultades para poder abonarlas. Unos 400 clubes porteños recibieron boletas de los servicios con incrementos de más del 700 por ciento. Para los clubes de barrio, los que cuentan con entre 50 y 2.000 socios, llegó un alivio.
En el marco de la Ley Nacional de Clubes de Barrio, sancionada en diciembre de 2014 y promulgada en enero de 2015 pero sin reglamentar, estas instituciones deberán inscribirse en el sitio oficial para poder acceder a la tarifa social.
El secretario de Deportes de la Nación, Carlos Mac Allister, remarcó que para poder ser beneficiado con una tarifa más económica los clubes «deberán tener todos sus papeles al día y anotarse en un registro oficial». Es importante señalar que en ese registro están anotados unos 3.000 clubes, de los que solo 600 tienen la documentación completa. «Estamos trabajando arduamente y calculamos que en 15 o 20 días vamos a poder aplicar la tarifa social a los clubes», añadió el funcionario. La medida se hará extensiva a instituciones de todo el país, sin embargo en el caso de teatros barriales o centros culturales no hay previstos arreglos similares. La misma duda ocurre con los clubes que superen en poca cantidad el número máximo de asociados pero que no llegan a ser instituciones grandes.
Por otro lado, Mac Allister anunció que «va a haber un decreto del presidente Mauricio Macri en los próximos días» respecto de la Ley 27.098 para que entre definitivamente en vigencia. Además, se invitará a las diferentes administraciones a que se adhieran a la ley. Hasta ahora solamente cuatro provincias se sumaron y se descuenta que la Capital Federal lo hará sin problemas. Precisamente, los clubes porteños con más dificultades ya presentaron un reclamo para que la ciudad se sume. Esa legislación los hace acreedores a un subsidio anual por única vez de $ 50.000 a los clubes que ingresen en el sistema. Las instituciones argumentan que los aumentos de los servicios es imposible trasladarlos a las cuotas de los abonados, que hoy día son de 50 o 100 pesos.
Desde el Gobierno Nacional se aseguró que se va a reglamentar la ley, algo que no ocurrió en la administración anterior. «Estamos poniendo todo en orden. Cuando asumimos creamos el registro nacional de clubes. Para entrar en el beneficio de la tarifa social tienen que estar en el registro. Tenemos alrededor de 3 mil clubes de todo el país inscriptos», señaló Mac Allister.

Un plan para el consumo energético

Con la intención de lograr un fuerte ahorro en el consumo lumínico de los clubes, se realizó una reunión entre el gobierno porteño y dirigentes de la Comisión Directiva del Consejo Asesor del Deporte, que agrupa a clubes de barrio y federaciones.
Desde gobierno se propuso la creación de un Fondo de Reconversión Energética para la renovación de los sistemas lumínicos de las instituciones barriales con la incorporación de artefactos provistos de tecnología LED que permite un menor consumo energético. En ese sentido, el vicejefe de Gobierno de la Ciudad, Diego Santilli, señaló que «la Ciudad ya lo implementó con el sistema de alumbrado público y redujo de manera sustancial el consumo energético. El problema debe resolverse generando proyectos que se sostengan en el tiempo y que signifiquen una solución definitiva para los próximos años».

Una ley en la ciudad

En la Legislatura porteña el socialista Roy Cortina había presentado en el mes de abril un proyecto de ley para morigerar el impacto económico que sufren los clubes barriales por las subas en las tarifas.
La iniciativa busca fijar un subsidio que equivalga a por lo menos la mitad del dinero que estas instituciones deben desembolsar para pagar por la luz, el gas y el agua, como una forma concreta de alivianar esa carga hasta tanto sean incorporadas a algún mecanismo nacional de tarifas reducidas.
De esta manera, Cortina señaló que «no podemos permitir que estas organizaciones que constituyen espacios privilegiados de inclusión e integración social cierren sus puertas o dejen de desarrollar actividades porque se les hace imposible afrontar las subas dispuestas». Asimismo, el legislador sostuvo que «creemos que la Ciudad de Buenos Aires tiene que poder generar una red de contención que garantice la supervivencia de estas valiosas experiencias sostenidas en el esfuerzo colectivo, mientras no se haga efectiva la ley nacional que las considera beneficiarias de una tarifa social».
Además, Cortina indicó que los montos que deben afrontar las instituciones barriales son monumentales para sus finanzas, «que se sostienen gracias a las cuotas sociales y los aportes de la comunidad, pero insignificantes para la magnitud de recursos que administra el gobierno porteño».