En el aburrido y previsible universo de las películas de terror que semana a semana pueblan las pantallas con sus recontra consabidas reiteraciones de las dos o tres ideas centrales que vienen liderando el género desde tiempos inmemoriales, surge esta semana una propuesta innovadora con varios méritos para destacar.
Se trata de «Longlegs: Coleccionista de Almas» de Osgood Perkins (también responsable del guion del film), hijo del recordado Anthony Perkins («Psicosis»), quien parecería estar homenajeando a su padre en la caracterización del personaje central interpretado por Nicolas Cage, una mezcla del payaso de «It» de Stephen King y de la asunción travestida del personaje de Norman Bates con un toque de drag queen. Una presencia realmente aterradora.
Otro gran logro es el prólogo filmado en Súper 8 y dando intervención a la que luego será la heroína de esta historia, la agente Lee Harker (Maika Monroe, de «It Follows»), quien será la responsable de desenmascarar todo el misterio que rodea a un asesino serial que logra masacrar familias enteras en el día del cumpleaños de uno de sus miembros.
La agudeza y perspicacia de esta detective, un poco a la manera de Clarice Sterling en «El Silencio de los Inocentes», irá cerrando el círculo de la pesquisa, que terminará conectándola a su familia, más de lo que ella supone.
Es de destacar la ambientación y la fotografía de esta notable incursión de género y cuyo personaje principal permanece en un fuera de campo más de lo usual, aumentando ello lo terrorífico y siniestro. El final es, tal vez, lo más discutible del envío, habiendo merecido el mismo una reescritura más acorde con lo que se estaba desarrollando.