El mundo se puso raro

El Presidente sigue enviando mensajes de optimismo, pero la inflación lo contradice. Pasó otra semana con números en alza como los precios y algunos en baja, como los comercios que siguen abiertos. Las investigaciones judiciales mezcladas con operetas de todos lados y… como siempre, los docentes peleando por las paritarias a nada de empezar las clases. Una Argentina absolutamente normal.

Noticias de la Gorra

Mauricio Macri se tomó unos días para trabajar entre sus vacaciones y partidos de paddle para volver con su inexplicable optimismo y disparó frases maravillosas como «está bajando la inflación». Sí, el último año bajó al 48% de un techo de 27% en el año anterior… con esa lógica fundió Sevel.

Otra frase gloriosa fue «estamos mejor que en 2015″… obviamente dirigida a sus amigos dueños de empresas de energía y banqueros.

Por último, tiró que «la Argentina venía desde hace muchos años viviendo por encima de sus posibilidades», cuando todos sabemos que lo más lógico es vivir por debajo de las posibilidades de uno. Parecería que esta va a ser su única plataforma política para las elecciones de octubre. Lo más preocupante es que seguro va a ganar.

Un informe de varias ONG que no parecería estar en sintonía con el optimismo de Mauricio, es el que salió esta semana y dice que por día cierran 82 comercios en AMBA y en lo que va del año ya bajaron sus persianas 2.500. Rápidamente, desde el Gobierno salieron a cruzar a estas organizaciones golpistas y dijeron que «a pesar de estos cierres hay sectores que ya muestran síntomas de salida de la crisis». No tendrían el dato preciso de quiénes serían los afortunados, pero seguro alguno que tiene un banco o una petrolera.

Arrancó la paritaria de maestros bonaerenses y creemos que termina en paro. En la primera reunión, para variar, no llegaron a un acuerdo y tuvieron que suspenderla porque casi se van a las manos unos representantes de los maestros con el Ministro de Educación. Todo muy normal.

Por suerte, siempre están las palabras del actual senador y exitosísimo exministro de Educación, Esteban Bullrich, que dijo que «el paro no sirve para nada», mientras chequeaba en el homebanking si le habían depositado sus 300 lucas mensuales.

Por otra parte, flor de escándalo se armó en torno al fiscal que investiga la causa de los cuadernos, Carlos Stornelli, ya que al parecer junto con el operador judicial D’Alessio le pidieron coimas a un empresario para no involucrarlo en la causa. Lo curioso fue, por un lado, la rapidez con que el Grupo Clarín salió a apoyar y echarle la culpa a los K de esta opereta, aunque no pudieron explicar bien la relación del fiscal con este tipo y la reunión filmada en donde se habría pagado la coima. Ni a Netflix se le ocurre esta trama.

Por suerte, siempre hay buenas noticias para dar. En este caso para los comedores de Margarita Barrientos, ya que la ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, avisó que «el próximo índice de pobreza será más elevado». No recordamos qué presidente dijo que su gobierno debía ser juzgado por el índice de pobreza.

Por último, en nuestro segmento «Cavernícolas a los que les pagamos un sueldo», nuestro abonado Alfredo Olmedo se despachó al decir que «las chicas de 12 años no son violadas, dicen eso para que les maten al bebé». Algún día votaremos legisladores que conozcan la ley, por eso de que si es menor de 13 años no hay consentimiento que valga. Artículo 119 del Código Penal, «señor» diputado.